Mordió la mano que le da de comer

Yo sólo intente darle de comer a mi perro, pero me desconoció, caí al piso y me mordió por más de 10 minutos el brazo, afirmó don José Luis Gamboa Puerto de 89 años, quien relató que a pesar de los forcejeos vio de cerca a la muerte durante la tarde del pasado sábado.

Los hechos sucedieron en la calle 123 por 52 de la colonia San José Tecoh, al sur de la ciudad, en apariencia era una tarde normal, los niños de la casa rompían una piñata, los adultos convivían entre ellos, cortaron pastel y la música amenizaba la reunión; se trataba de la fiesta de cumpleaños de su nieta. Nunca imaginó que tanta gente y ruido estresaría al animal.

José Luis Gamboa Puerto, el hombre de 89 años, dejó por un momento la fiesta, y acudió a su patio a darle de comer al canino, no imagino lo que sucedería…

“El sábado fui a darle de comer a mi perrito, le puse sus croquetas en su vasija, y al querer retirarme, me mordió en el brazo, y me tiro al piso y no pude defenderme, y yo grite que me auxilien por la música que había, como 10 minutos me estuvo mordiendo, en la herida están expuestos mis músculos, termine bañado de sangre”.

Después del ataque, don José recibió atención médica por parte de la Cruz Roja, y hasta el momento no ha conseguido la vacuna antitetánica, a pesar de haber acudido a diferentes hospitales…

“El domingo fui al Centro de Salud y no hay, ya fui al ISSSTE y tampoco, no hay antitetánica en todo el Estado, ya no pienso ponerme el medicamento (antirrábica), porque me lo puse el año pasado”.

Los médicos sugieren que el hombre necesitará terapias de rehabilitación en la mano, para recuperar el movimiento al cien por ciento…

“Me duele mucho, no puedo doblarlos, los médicos me dicen que tengo que moverlos, porque si no puedo perder el movimiento”.

Al día de hoy, “Duque” se encuentra en observación, y se espera que sea dormido durante los próximos diez días, debido a que no es la primera vez que ataca a una persona y le causa heridas de gravedad…

“El perro esta en observación durante diez días, queríamos donarlo, pero el veterinario dice que no, que el animal ya se acostumbró a morder y lo mejor es dormirlo”.