Millones de burócratas se frotan las manos en el año de Hidalgo

21 de noviembre de 2012

Millones de burócratas se frotan las manos en el año de Hidalgo

Unos dos millones de burócratas federales de base en todo el país se frotan las manos para recibir el llamado “bono sexenal”, un incentivo que cada administración federal entrega al concluir su gestión en el “Año de Hidalgo”.

Este año se espera un pago de 3,500 pesos de “bono sexenal”. Al final del gobierno de Ernesto Zedillo se entregó 1,500 pesos a los burócratas, al cierre del mandato de Vicente Fox el incentivo ascendió a 2,500 pesos.

El polémico “bono sexenal” fue una tradición que impuso el ex presidente José López Portillo, que transcendió a la historia por decir que defendería el “peso como un perro”.

Para algunos trabajadores el “bono sexenal” es un estímulo de despedida del gobierno federal en reconocimiento a su supuesta entrega, pasión y eficacia al servicio del pueblo mexicano durante seis años.

Para despedirse como se debe y la tradición manda, dos millones de trabajadores federales sindicalizados recibirán 3,500 pesos, pero no los que están contratados por honorarios y no reciben prestaciones.

En México el fin de sexenio se conoce como “Año de Hidalgo”, porque se mientan al burócrata que no haga “chul” la tesorería y se atreva a dejar algo. El inconsciente colectivo es llevarse lo que se pueda. También existe el “Año de Carranza”, por si el “Año de Hidalgo” no alcanza, muy popular entre los presidentes municipales de pueblo que se llevan hasta las escobas y bacines, por si algún día les sirve en sus casas.

Este año se espera un pago de 3,500 pesos de “bono sexenal”. Al final del gobierno de Ernesto Zedillo se entregó 1,500 pesos a los burócratas, al cierre del mandato de Vicente Fox fue de 2,500.

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