Martes del... Espejo Roto
27 de diciembre de 2016
La Navidad es una época mágica, en la que todos nos volcamos hacia el otro. Buscamos la querencia y deseamos darle a nuestra vida un giro en torno al amor, la amistad y los seres queridos.
Año con año, los mismos rituales, los eternos deseos, los recuerdos de nuestra infancia y el deseo de perpetuar lo que vivimos de niños con nuestros propios hijos.
Santa Claus se encarga de tapizar las grietas de dolor cuando con su reconocida carcajada inunda nuestras mentes y nos hace creer que él se encargará de llevar la felicidad a los rincones donde no la hay.
Pero Santa Claus aveces no llega. Son demasiados los reflejos, en los trozos que quedan del espejo, cargados de tragedia, tristeza y depresión, como Juan Francisco, que a sus 33 años murió mientras dormía aniquilado por la ingesta de alcohol o doña Mathilde, que a sus 74 decidió no volver a vivir la espera infructuosa de reunir, al menos a alguno de sus 7 hijos, bajo su cobijo como cuando eran niños o los amigos y las amigas que por Face compartieron su tristeza porque el ser amado simplemente se fue. Incluso se reflejaron algunas lágrimas de impotencia por la derrota del equipo que no pudo coronarse justo en el centenario de su fundación.
Pero en medio de tanta penumbra, me alegra y reconozco la labor de tantos Santa Claus emergentes que salieron a mitigar soledad regalando alegría.
Es el caso de nuestros compañeros de Cadena Rasa que el sábado 24 estuvieron en Kancabchén con los regalos que la bondad del radioescucha y el patrocinio de Coliseum hicieron posible la convivencia, las activaciones y la muy esperada entrega de juguetes.
Gracias a los Santas de La Ke Buena, de Retro, de Los 40 y de La Nueva Candela, un pequeño fragmento de espejo reflejó las sonrisas de niños que gozaron momentos mágicos, de esos que solo se viven en Navidad.
Nota escrita por
Bernardo Laris
"Las penumbras de la Navidad"