Lluvias dejan inundaciones en calles de Tizimín

Mientras que las lluvias favorecen a unos, a otro perjudica. En Tizimín, el agua que se acumula en las calles muchas veces alcanza los niveles de las banquetas lo que ocasiona perjuicios a los colonos.

La señora Angelina Alonzo, vecina de la calle 54 A por 57, reporta que cada vez que llueve en la puerta de su casa se inunda, tanto así que los autos que pasan arrojan agua dentro de su sala.

“Se inunda, no puedo tener mi ventana abierta porque los carros que pasan e tiran el agua adentro, es mi cantar de todos los años que llevo viviendo acá y no me han dado solución. Hace tres días bachearon y está así, igual la semana pasada cuando cayó la lluvia y se formaron los tres baches, se empeoró entonces, ahora tengo mi bolsa en la puerta porque si no se enloda mi casa”, expresó.

La quejosa considera que hace falta un pozo pluvial en esa zona. Comenta que ha cambiado la puerta principal de su casa 2 veces, como es de madera cada vez que se moja se pudre.  

En otras zonas céntricas de la ciudad, como la calle 59, cerca de la primaria Gabino Barrera, después de caer las lluvias se dificulta el paso vehicular ni que decir de los peatones. Varias administraciones municipales han mandado a perforar pozos pluviales, pero no ha bastado para solucionar el problema. Se termina colocando una leyenda advirtiendo sobre el peligro para evitar algún accidente en lo que baja el nivel del agua.

En cuestión de minutos, la precipitación provoca los reincidentes problemas de inundaciones en calles y encharcamientos en las principales vías, como la 52, también en el centro, bajando de la Cancha la Valencia hasta la 47 por conocida papelería.

En otras colonias como Santo Domingo, donde persisten varias rejolladas el problema es más grave porque los vecinos tienen que esperar a que baje el nivel del agua para salir a la calle.

Cabe mencionar que la intensidad de las lluvias frena incluso las actividades escolares, por ejemplo el pasado domingo no paraba de llover hasta la mañana del lunes y el inicio de la segunda semana de clases del presente curso escolar tuvo que suspenderse.
Los conductores de vehículos tienen que evitar pasar por lugares dónde conozcan que hay recurrentes inundaciones, lo que retrasa los quehaceres cotidianos.