Ladrones ¡sin temor a Dios!

El salmo 103 versículos 8 y 10 destaca la misericordia de Jehová o Dios “Es lento para la ira y grande en misericordia”. Este fragmento de la biblia parece que fue asimilado muy bien por aquellos que se dedican a practicar ciertas fechorías en la ciudad de Mérida y sus alrededores. Es decir, en pocas palabras, no hay temor a Dios. En lo que va de 2017, han profanado tres iglesias y han robado una casa parroquial. 

El arzobispo de Yucatán, Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, está al tanto de todo lo que ha ocurrido en los templos religiosos. El caso más reciente se registró en la colonia de Azcorra, donde un antisocial dañó una imagen religiosa e intentó robar las hostias para la comunión 

“Pensamos que se ha tratado de un joven drogado, no sabía lo que estaba haciendo. El sagrario no lo pudo abrir, quizás creía que se trataba de una caja fuerte. Afortunadamente, el sacerdote pudo recuperar el copón de las hostias” 

En la contabilidad de los casos, el departamento de comunicación de la Arquidiócesis también tiene en su archivo un robo a la Ermita del centro y otro hecho delictivo en la Iglesia de San Camilo de Lelis. Incluso, el Arzobispo también relató el intento de robo a la casa parroquial de Tanlum. 

“Recientemente se habían metido a la casa de Tanlum, gracias a Dios el párroco no estaba. Afortunadamente, los vecinos se dieron cuenta a tiempo y lo detuvieron. Se había escondido bajo de la cama del sacerdote. Si no se detienen ante las parroquias, nada los va a detener” 

Ante este escenario de vulnerabilidad en los recintos dedicados a la oración y donde se concentra la feligresía meridana, el Arzobispo de Yucatán hizo un llamado a las autoridades de los distintos niveles de gobierno 

“Sí le decimos a las autoridades que se redoblen los esfuerzos para que la gente tenga paz y tranquilidad. Ya que Yucatán se distingue en todo México por su seguridad, pues no nos podemos descuidar ya que esas cosas pueden suceder” 

Por el momento se han registrado tres casos de fechorías en lugares pertenecientes a la Arquidiócesis de Yucatán. Un número que todavía es menor a los que se registraron en el 2016, cuando se contabilizaron cinco casos de robos a iglesias. 

Recientemente, el Papa Francisco pidió una iglesia pobre para los pobres, pero algunos ven los templos como si se tratara de ricos, pues, allá han intentado robar en busca de dinero.