La sombra oculta de político que humillan con sus frases a los homosexuales
11 de enero de 2013
Aunque se intenta disfrazar de bromas o burlas, el rechazo o la descalificación de personas homosexuales es fruto inconsciente de creencias, aversiones y prejuicios fuertemente arraigados en la sombra de la mente de los individuos homofóbicos, como los funcionarios que declaran que los homosexuales les dan “asquito”.
En el álbum de la descalificación está la frase homofóbica que vomitó contra la comunidad lésbico-gay el moralista Juan Pablo Castro, integrante de las juventudes panistas, quien declaró que el PRD pretendía destruir las instituciones “permitiendo el matrimonio de jotos”.
En octubre de 2010, el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, se rasgó las falsas vestiduras de la decencia al expresar que no “le ha perdido el asquito” a los matrimonios gay.
El cardenal Juan Sandoval Íniguez llegó a preguntar a reporteros “¿A quién le gustaría ser adoptado por maricones o lesbianas?”.
En un programa, el locutor de Televisa Esteban Arce reveló su homofobia al catalogar a la homosexualidad como “demencia animal”. Y en Puebla, un diputado local llamó “homosexual discriminado” a un trabajador de del Congreso jarocho.
A los políticos yucatecos también los ha traicionado el subconsciente. Diputada federal Beatriz Zavala llamó “maricones” a sus rivales priistas y su colega panista Benito Rosel Issac exhortó a sus contrincantes del PRI que “No lloren como mariquitas lo que no supieron defender”, palabras que expresan como su mente asocia la cobardía con la homosexualidad.
El rechazo o la descalificación de personas homosexuales es fruto inconsciente de creencias, aversiones y prejuicios fuertemente arraigados en la sombra de la mente de los individuos homofóbicos.