La Santa Muerte, señora del Lucas de Gálvez
07 de mayo de 2016
El culto a la Santa Muerta ha ido en aumento, se creía que los principales seguidores eran narcotraficantes, prostitutas, ladrones o asesinos, sin embargo los devotos van más allá de estas actividades, el mercado Lucas de Gálvez alberga un sin número de fieles, que día a día acuden a un altar instalado en su interior a llevarle flores, encenderle un cigarro, prenderle veladoras o hacerle alguna suplica.
La muerte es una figura de culto de origen mexicano, que recibe peticiones de parte de sus fieles relacionadas con el amor, suerte y protección; así como también petitorias de maldición y daño hacia otros.
El altar se encuentra dentro del Mercado Lucas de Gálvez, a un costado de San Benito, al frente del área donde se encuentran los floristas. Ahí permanece la Niña Blanca, como también se le conoce a la Muerte entre sus sequitos, tiene un tamaño de un metro con cincuenta centímetros, se encuentra rodeada de flores, y a los pies la iluminan decenas de veladoras que le han sido encendidas.
El altar se encuentra dentro de un local que se dedica a vender imágenes de yeso, católicas y esotéricas, hay de todo tipo, desde santos, vírgenes, niños Dios y hasta santas muertes.
Raúl Armando Sánchez, es propietario del local donde permanece el altar, indicó que en un inicio la imagen de la muerte se encontraba a la venta por $4 mil 500 pesos, sin embargo al no venderse, permaneció mucho tiempo exhibida en la entrada del comercio, y fue así como poco a poco las personas comenzaron a acercarse a venerar la imagen, primero haciendo alguna plegaria, colgándole rosarios, llevando ofrendas, dinero, frutas, dulces y más adelante encendiéndole vasos con velas.
Frente al altar, sus seguidores se arrodillan, se persignan, la acarician y le hacen suplicas con la cabeza hacia abajo. Es todo una ceremonia la que se vive en esa zona del mercado. Muchos le acarician el rostro, otros colocan una mano sobre su cabeza y la otra sobre sí mismos.
En un recorrido que hizo NotiRasa por el lugar, pudimos percatarnos que en una hora aproximadamente llegaron alrededor de 8 personas, que con reverencia o persignándose le rendían culto a la muerte.
Muchos de los transeúntes que caminan por el sitio sienten curiosidad al ver el altar, algunos sacan el teléfono y le toman fotos, otros prefieren no acercarse debido a que la consideran como un ente procedente del mal.
Al preguntarle al propietario desde hace cuánto tiempo tiene el altar, dijo que fue la misma gente que le comenzó a colgar sus pertenencias, encenderle veladoras, hasta convertirla en un santuario.
“Yo a ella la saque como imagen de venta, y la misma gente le empezó a poner sus cosas, empezaron que con sus flores, sus dulces, es que esto no es como la gente lo cree, ella no es buena, ni es mala, en la creencia de nosotros esta que ella es un arcángel, ella estaba en el cielo y cuando veía que la gente moría, los demonios lo jalaban ya sean malos o buenos, lo que ella hizo fue desterrarse”.
El comerciante, quien muy amablemente accedió a la entrevista comentó que el nombre de la muerte es Azrael, para él La Santa tiene la labor es llevarse a los muertos a lugar que se ganaron en vida, es decir al cielo o al infierno.
“Quien decide quien se va, y quien se queda (refiriéndose a morirse) es el todo poderoso, su labor de ella es llevarte al lugar que tú te hayas ganado, no ella decide cuando se muere la gente, ella no tiene esa facultad”.
El locatario sostiene que la fe de la gente volvió a la vida a esta imagen…
“¿En su altar que lleva? Que flores, veladoras, dulces, manzanas, un cigarro o un puro, o lo que usted quiera darle, la gente lo hizo, la misma fe de la gente la despertó”.
Debido a la gran cantidad de objetos que le cuelgan los fieles a la imagen, Raúl Armando Sánchez, propietario del altar, señala que cada determinado tiempo tiene que retirarle los objetos colgados, debido al peso que representan para la figura.
Por otra parte, el santuario ha acercado a muchos creyentes al local, que de vez en cuando compran algún rosario o veladora ahí mismo para ofrendarle, incluso el propietario del lugar suele practicar ritos para limpiar las malas vibras a los creyentes, esto a cambio de un monto significativo.
Para finalizar, existen gran diversidad de imágenes de la Muerte en este establecimiento, los precios por las imágenes fluctúan entre los $300 hasta los 4 mil 500 pesos, su variedad es amplia; existe la muerte piadosa la cual sostiene un cuerpo e indica que es imagen de los enfermos, también está la tradicional, la catrina, la emperatriz y la del estudiante, que en una mano sostiene un libro y en la otra un mundo.
Sin duda, la humanidad históricamente ha estado relacionada con múltiples creencias, de acuerdo a su cultura, tradición o religión, y usted desde luego es quien tiene la última palabra.
Escucha la nota
Un gran número de locatarios acuden a su altar para llevarle flores, encenderle un cigarro, prenderle veladoras o hacerle una súplica