La leyenda del Cristo Negro de la Catedral de Mérida

15 de febrero de 2014

 La leyenda del Cristo Negro de la Catedral de Mérida

¿Cuál es la leyenda del Santísimo Cristo de las Ampollas de Ichmul, cuya intensa fama llegó incluso al Vaticano a principios de 1700?

La leyenda relata que en 1603, un vaquero vio un árbol con luces de grandes resplandores que lo quemaban pero no lo consumían, suceso milagroso que comunicó al sacerdote del pueblo de Ichmul, Juan de la Huerta y que los pobladores habían dado poca importancia.

    El historiador Edgar Augusto Santiago Pacheco narra que el cura mandó a cortar el árbol para llevarlo a la iglesia de la pequeña comunidad maya, donde llegó un joven imaginero o escultor de santos, al cual le encargaron tallar la imagen de la Purísima Concepción, que los franciscanos consideraban la Patrona de Yucatán.

 "Habitantes del pueblo vieron que de esto arboles salían luz y que no se quemaba en algún momento el decidió llevarlo a la iglesia de Ichmul" señaló.

El artista se encerró en un cuarto sin herramientas y pidió que nadie lo molestara. En un día esculpió un Cristo antes de desaparecer misteriosamente de Ichmul. Por si misma, sin base, la imagen podía estar erguida, hecho que se considero prodigioso, señala el maestro y bibliotecario de la Universidad Autónoma de Yucatán.

 

"Entraron al cuarto y no vieron a la Inmaculada Concepción y vieron a un Cristo que no tenía peana y estaba apoyado en el piso sin caerse sin moverse" comentó.

Años más tarde, la iglesia que alojaba el Cristo milagroso se consumió en cenizas y sólo la imagen tallada con el árbol prodigioso sobrevivió, cuenta las crónicas religiosas.

La leyenda el Cristo de Icmul narra que tuvo su origen en un árbol milagroso que verían los pobladores que no se consumía y que luego fue tallado por un escultor que no uso herramientas.

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