A 67 años de su muerte recordarán a Pedro Infante en el Centro de Mérida.

El nacido en Mazatlán Sinaloa piloteaba un C-87 Liberator Express de fabricación estadounidense, matrícula XA KUN perteneciente a la empresa TAMSA, de la que era socio.

La historia que siempre se cuenta literal, es que después de despegar del aeropuerto de Mérida acompañado por el capitán Víctor M. Vidal y el mecánico de vuelo Marciano Bautista, y tras apenas alcanzar unos 200 metros de altura, el C-87 piloteado por Infante se desplomó entre las 7:30 y las 8:00 horas en pleno centro de la ciudad de Mérida.

El avión impactó boca abajo, lo que sugiere una pérdida total de control. La investigación del accidente determinó como causa probable que "se debió a un error de maniobra" consistente en ejecutar dos virajes hacia el rumbo de la Ciudad de México, sin conformarse a las especificaciones de distancia y procedimientos, y por debajo de las altitudes y velocidades indicadas.

Este error fue agravado por un probable corrimiento de carga debido a una estiba incorrecta.

Ese día México perdía una estrella, pero nacía una leyenda aún latente en estos días, por la inconmensurable herencia que dejan sus películas, sus canciones, Pedrito aún vive en los corazones mexicanos.

Tal es la admiración que aún se siguen realizando homenajes en lo largo y ancho de la república y Mérida no es la excepción.

Hoy 15 de abril se realizará una ceremonia en la estatua del actor ubicada en la calle 62 por 91 del centro a las 18 horas.

En el evento se contará con la presencia de su sobrino Toño Infante, además de un desfile que presentara la revista musical Tisoc.

A 67 años de la pérdida del humano aún se sigue sintiendo la presencia de la leyenda, pues resulta verdad lo que dicen, Pedro Infante no murió, aún vive en cada mexicano.