La iglesia católica impartirá un taller para personas divorciadas y vueltas a casar

El próximo domingo 8 de febrero en punto de las 10 horas se estará realizando en el Seminario Mayor un taller en el que se  abordará la situación particular de las personas divorciadas y vueltas a casar y su relación, derechos y responsabilidades con la iglesia católica, que impartirá el Padre Jorge Carlos Menéndez Moguel.

La entrada será gratuita y se busca darle una respuesta a diversas interrogantes que las personas en esta situación presentan como: ¿Cuál es su situación real en la iglesia? ¿Qué pueden o que no hacer? ¿Pueden o ser padrinos? ¿Pueden llevar a sus hijos a bautizar? ¿Si están condenados por el hecho de vivir en pecado?.

“En este tema mucha gente puede tener opiniones muy sensatas o justas, sin embargo ¿Cuál es la doctrina de la iglesia ante esto? ¿Se puede cambiar o no? ¿Es decisión del papa si estas personas pueden comulgar o no? ¿Es un asunto democrático dentro de la iglesia? Son muchas preguntas y todas merecen una respuesta profunda y eso es lo que intentaremos en este taller…”indicó.

Ante esto, el Padre Jorge Carlos, mejor conocido en la feligresía como el Padre Manito señala que las personas que una vez contrajeron matrimonio ante la leyes humanas y ante la fe católica se separan, simplemente se valida a nivel legal, ya que ante los ojos de Dios continuarán enlazados hasta que la muerte los separe, es por ello que cuando contraer nuevamente nupcias, aunque legalmente está constituido el matrimonio, ellos viven en el pecado del adulterio.

Explicó que durante muchos años la Iglesia excomulgaba a esas personas, sin embargo en 1981 el Papa Juan Pablo Segundo indicó que no por esa condición no podían ser miembros de la iglesia, sin embargo no pueden acceder al sacramento de la confesión y la comunión, por el hecho de que quienes se confiesan es porque están arrepentidos de sus pecados y decididos a dejar esas conductas y en vista de que las parejas continuarán viviendo juntas, el pecado continuaría.

Eso no quiere decir, menciona el Padre Manito que no puedan vivir en gracia con el Señor, ya que la comunión eucarística  no es la única manera de acercase a Dios y vivir una vida llena de virtudes.