La autopsia psicológica, herramienta útil para el estudio y prevención del suicidio en Yucatán

La Secretaría de Salud de Yucatán colabora desde este año con la Fiscalía General del Estado en los casos de muertes por suicidio elaborando lo que los especialistas llaman autopsia psicológica con el fin de tener estadísticas más precisas que determinen los factores relacionados que pudieron llevar a estas personas a terminar con su vida.

Miguel Angel Viveros Erosa, coordinador de los Programas de Salud Mental de la Secretaría de Salud Estatal comenta que desde enero de este año en virtud del convenio de colaboración que firmó esta dependencia con la Fiscalía General del Estado, la subdirección de Salud Mental recibe el aviso cuando se presenta un caso de suicidio en Yucatán para  su personal  acuda al lugar donde fue encontrado el cuerpo de la persona con el fin de realizar la autopsia psicológica

Viveros Erosa, explica en qué consiste este procedimiento:

“Es un instrumento que se utiliza y se aplica a todas la gente que estuvo cerca de la persona que cometió el acto después de unos días o unas semanas de que sucede esto, tratamos de que sea lo más pronto posible. Es una entrevista que se hace a las personas cercanas: familiares, pareja, amigos para tratar de determinar cuáles eran las condiciones de la persona antes de que cometiera el acto” comentó.

Las entrevistas las realizan cuando menos tres psicólogos con especialidad en la materia. Por medio de una autopsia psicológica se puede llegar a saber si el paciente tenía conflictos de pareja, bebía con frecuencia, estaba bajo tratamiento psiquiátrico o presentaba alguno de los factores de riesgo que le llevaron a tomar la decisión de suicidarse.

El origen de la Autopsia Psicológica se remonta a los años 60 en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos donde el doctor Shneidman junto con otro médico de apellido Farberow, describen en detalle este procedimiento que surge por la necesidad administrativa de definir las causas médico legales de muertes dudosas donde no había suficientes elementos para afirmar si se trataba de un suicidio o de un accidente. Posteriormente en Cuba a finales de los años 80 y principios de los 90 se comenzó con la práctica sistemática de la autopsia psicológica en Cuba, liderada por los estudios realizados en el Instituto de Medicina Legal de Ciudad de La Habana por los doctores Pérez González, Lleó Jiménez y García Pérez.

En Yucatán, la primera autopsia psicológica que se practicó fue la del menor Héctor Zumárraga Ek, de 7 años de edad que tomó la fatal decisión de ahorcarse en el baño de su domicilio en la colonia Emiliano Zapata Sur en julio de 2009, justo una semana después, el menor José Elías Caamal Hau, de 13 años de edad, se quitó la vida de la misma forma en Mucel, Comisaría de Chemax. En ese entonces también se realizó la autopsia psicológica de este menor. La tercera se hizo en enero de 2010 a la menor Patricia Cervera Santamaría, de 9 años de edad quien   acabó con su vida también por la vía del ahorcamiento.

En esos años la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado buscaba coordinarse con las autoridades en materia de salud para obtener los recursos para realizar este tipo de estudios. Hoy día, la Subdirección de Salud Mental cuenta con el personal calificado para la práctica de este procedimiento para el su posterior estudio y elaboración de programas de prevención del suicidio.