La adolescencia, etapa de las tentaciones

Hay hechos, acciones, que deberían prender la alerta roja en los padres de familia que tienen hijos en secundaria y preparatoria, etapa en que los adolescentes hacen cualquier cosa a la buena o a la mala.

Dos ejemplos de cómo destacar a la mala, Semanas atrás alumnos de la secundaria Federal numero 5 a manera de broma pusieron benzodiacepinas en las bebidas de sus compañeros, y en la escuela secundaria de la CTM, muchachitas consumieron este fármaco en horas de clase, lo que ocasiono que una fuera trasladada al hospital por la reacción del medicamento.

Los datos del consumo de drogas en adolescentes son tan duros que nos llegamos a acostumbrar, a oír cifras , oir números que al final del día poca importancia le damos.

Los últimos años la dependencia a la cocaína y a drogas sintéticas aumentó seis veces entre los estudiantes de bachillerato, advierte la SEP en el documento Estrategias y Programas de Prevención de Adicciones.

La dependencia federal enfatizó que la prevención es sólo una herramienta, que se oscurece por las pobres relaciones familiares, la ausencia de diálogo entre padres e hijos y el maltrato.

La última Encuesta Nacional de Adicciones encontró que jóvenes entre 12 y 17 años hay 68 veces más probabilidad de consumir mariguana cuando están expuestos a esta hierba destructora y adictiva.

Según los expertos, estos chavos que consumieron pastillas psicotrópicas dieron el primer paso, el primer salto a quizá probar algo que los haga, como se dice, “viajar más alto”. Si esto no prende las alarmas en los padres de familia, quiere decir que la costumbre se hizo presente en ellos y lo que realmente esperan para poder reaccionar es una sala de un hospital cualquiera esperando resultados del pasón que se dio su hijo por utilizar drogas.

Usted, padre de familia, decide, si se involucra, dialoga, participa, escucha o , simplemente, ve pasar la adolescencia de su hijo que podría estar cavando su propia tumba, ¡no se duerma, reaccione!