Jessica Esmeralda luchó hasta la muerte contra la violencia

De la forma más cobarde fue asesinada Jessica Esmeralda, un corte en la yugular acabó con su vida en el interior del centro comercial en Mérida. El responsable, Eduardo Real Castillo, su ex pareja… aquel mismo hombre que al principio de la relación le juró amor eterno, y que hoy es acusado de feminicidio, y de resultar culpable, podría pasar hasta 50 años en prisión.

Jessica Esmeralda Cano Baas sólo tenía 25 años de edad, era madre de tres niños, de 4, 7 y 8 años. Los últimos meses vivió atemorizada, sufrió maltrato físico y psicológico, una semana antes de su muerte interpuso una denuncia ante la Fiscalía General del Estado en contra del padre de sus hijos, quien presuntamente la golpeó hasta el cansancio.

Para Jessica Esmeralda, su relación ya había terminado, decidió alejarse de aquel hombre violento, quien en vez de amarla, sólo la lastimaba. Nunca imaginó que siete días después sería asesinada.

NotiRasa platicó con Juanita Barrera, amiga de la víctima quien confirmó el martirio que la joven vivió...

“Ella fue a interponer una denuncia debido a los problemas de agresión eran demasiado fuertes hacia ella, porque ella… según testigos y ella también decía que era muy agresivo, que sí le pegaba y frente a sus hijos… sus hijos son testigos de todo lo que le hacía su esposo, y sucedió que fue muy agresivo a la estación… a la gasolinera y ella muy asustada accedió a ir con él, fueron a Plaza Fiesta”

Esmeralda era una mujer muy amable, trabajaba como despachadora de gasolina frente de Plaza Fiesta, horas antes de la tragedia le regalaron un pastel, que fue  degustado junto con sus compañeros…

“A ella le regalaron un pastel por un cliente porque ella era una persona muy buena, en su trabajo y en todos los aspectos, la verdad… y ella repartió el pastel con todos sus compañeros, yo llegué y empecé a platicar con ella, en ese momento yo la vi muy desesperada debido a que, su versión de ella o lo que dijo fue que iba a ir a cancelar su tarjeta de nómina, porque ese señor tenía el control hasta de eso, y como en Plaza Fiesta hay bancos pues ahí fue a hacer ese trámite.

Ya en ese momento, terminaron de partir el pastel… ella se quería llevar el cuchillo y mi mamá le dijo que no, porque el cuchillo era de la oficina, mi mamá lo lavó y todo, y se fue… como a la hora entre a mis redes sociales y vi, no vi exactamente que era ella porque todavía no sabían quién era, pero sospechábamos… luego, ‘ya viste lo que pasó en Plaza Fiesta, márcale a Jessica’ y yo le marqué y le dije ‘mamá, no contesta su teléfono’ ya creo como a los 20 minutos, le volvió a hablar su jefe de mi mamá y le corroboró que y le dijo… si es Jessica”

Luis Humberto Maldonado, tío de la víctima señala que Esmeralda tenía un año de haber terminado su relación con su pareja…

“Un chavo que era violento… posesivo, violento, la tenía manejada, amenazada es por eso que la muchacha no pudo salirse del círculo donde la tenía… él ya la había encerrado en un círculo donde la tenía prisionera, ya tiene un año que lo dejó y buscó su trabajo, pero la ubicó.

Para Juanita, testigo de la violencia que sufrió Esmeralda, señala que más vale abrir los ojos a tiempo, que cerrarlos  por toda  la eternidad…

“Cuando un hombre pega una vez, siempre te va a pegar, y no terminas de conocer a una persona, no sabes a qué grado puede llegar y lo mejor es alejarte… lo podrás llorar, te podrá doler, podrás tener los hijos que sea con esa persona, pero es mejor que tu estés tranquila contigo misma, un día puede decir ‘te quiero hijo y siempre voy a estar contigo’ por qué, porque puede pasar estas cosas, no sabes hasta donde llegan las personas, no sabes hasta qué grado de locura tienen…

Les aconsejo, en serio, de todo corazón que a la primera señal no lo duden, metan su demanda, sepárense, aléjense, va a doler este proceso, porque va a doler, pero es mejor abrir los ojos que ya no volverlos a abrir”

Esmeralda no es un número más, no podemos verla sólo como el sexto feminicidio del 2017, ella, fue una mujer valiente, que de acuerdo a testigos, se divorció para evitar que sus hijos sufran las agresiones que vivió, lo que sí, es que jamás imaginó que aquel hombre que le prometió amor por siempre, le arrancaría la vida.

Esmeralda fue velada el sábado por la noche en le calle 31 entre 20 y 22 de la colonia Polígono 108, al lugar llegaron decenas de amigos y familiares, quienes la despidieron y aseguraron que no permitirán que el caso quede impune. El domingo por la tarde fue sepultada en el Cementerio Xoclan.

Descanse en paz, Jessica Esmeralda.