Información amplia de los daños por consumo de tabaco disminuirá este problema de salud: Cano Valle

Vivir en un ambiente libre de humo de tabaco es un derecho humano que se debe garantizar, por las consecuencias negativas en la salud para los fumadores activos y pasivos que ocasiona el consumo, advierte Fernando Cano Valle, titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC) de la Secretaría de Salud.

Debido a que es una de las causas de enfermedad y muerte que se puede prevenir, cada año, el 31 de mayo, la OMS y asociados de todo el mundo celebran el Día Mundial sin Tabaco, dedicado a resaltar los daños en la salud por el consumo de tabaco, y promover políticas eficaces para reducir ese consumo.

El tema del Día Mundial sin Tabaco 2013 es la prohibición de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco, debido a que el tabaquismo mata cada año a casi seis millones de personas en el mundo, de las cuales más de 600 mil son no fumadores que mueren por respirar humo ajeno.

En entrevista, Fernando Cano señala que la aspiración del humo ajeno del cigarro produce un anticuerpo en el no fumador que se adhiere a las venas y puede ocasionar trombosis venosas, arteriales cerebrales o cardiacas.

De acuerdo con su experiencia de más de 40 años en adicciones, considera indispensable mayor difusión de los efectos por el consumo de cigarrillos, porque “no hay una sola célula del organismo que esté exenta del daño ocasionado por el humo del tabaco: cerebral, cardiovascular o respiratorio”, precisa.

En entrevista, Cano Valle indica que una persona que fuma más de 10 cigarrillos al día durante una década, tiene de 15 a 20 veces más posibilidades de padecer una trombosis cerebral o un infarto al miocardio, que el no fumador.

En el marco de la Estrategia Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, delineada por el Gobierno Federal, se lleva a cabo un trabajo interinstitucional para atacar este problema desde varios frentes.

En el ámbito de la prevención se reforzarán las campañas de información sobre los efectos de esta adicción en el medio escolar, familiar y laboral.

Con información y educación familiar, se modificarán los hábitos de las personas, ya que se ha comprobado que en núcleos familiares donde ninguno de los padres fuma, tampoco lo hacen los hijos.

En el ámbito escolar, Cano Valle destaca la necesidad de que en los contenidos curriculares de las escuelas de educación básica y media superior, se difunda el daño que produce esta adicción, con base en la evidencia científica.