Inauguran albergue certificado contra adicciones

31 de mayo de 2012

Inauguran albergue certificado contra adicciones

¡Bievenido, te estabamos esperando! Se lee a la entrada del nuevo albergue del Grupo Fraternidad perteneciente a la Asociación Civil Drogadictos Anónimos, que fue construido con una inversión de 18 millones de pesos, 16 de los cuales fueron puestos por la Fundación Gonzalo Río Arronte y el importe restante fue aportado por otros benefactores y el Gobierno del Estado.
El también llamado Centro Ecológico de Atención Integral contra Adicciones se construyó en terreno donado por el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Mérida, y consta de cuatro edificios: la administración, dormitorio, auditorio – comedor y taller de panadería.
Ricardo Pérez González, representante del grupo Fraternidad, informó que para estrenar esta sede tuvieron que pasar tres años, tiempo en el que también se hicieron las gestiones para cumplir con la norma de salud 028 relativa a los centros y grupos de ayuda mutua para el tratamiento de las adicciones.
La norma dispone que los albergues de este tipo deberán ser de ingreso voluntario, llevar un control y registro de sus internos, contar con la atención de un médico general, ofrecer actividades de esparcimiento adicionales a las terapias, permitir la visita mensual al interno, espacios adecuados tanto en dormitorios y baños, entre otras disposiciones sobre las condiciones e instalaciones en que se deberá brindar la atención.
Por su parte, José Luis Santiago, presidente nacional de Drogadictos Anónimos, recordó que en el país la asociación tiene 29 años de historia y se conforma de 33 agrupaciones en 15 estados, además de sus dos centros de atención en Nueva York y uno en Miami en los Estados Unidos.
“Drogadicta anónimos inicio en 1983 y emana de alcohólicos anónimos y quería apoyar a personas con esta necesidad” comentó.
Aunque actualmente integran el grupo fraternidad 40 personas, el nuevo Centro tiene capacidad para 120, y la estancia mínima para tratamiento es de tres meses en los cuales el interno aprende el oficio de panadería, participa en terapias grupales, audiovisuales, deportivas, actividades de cocina y limpieza.
El grupo fraternidad recibe a adictos varones de entre los 18 y 45 años que de forma voluntaria acuden a internarse, sin importar su condición social o si cuentan con una familia.
Para la operación y mantenimiento del albergue, ubicado en el fraccionamiento Santa Cruz, requieren 120 mil pesos mensuales que obtienen en un 80% de los panes que elaboran en el taller y el 20% restante proviene en su mayoría de la Fundación Gonzalo Río Arronte, su principal benefactor, y los donativos que reciben de otras personas.

Fue construido con una inversión de 18 millones de pesos, en el que se construyó en un terreno donado por el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Mérida.

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