Impedimento para bodas gay en Yucatán es una forma de homofobia, señalan especialistas

02 de julio de 2014

Impedimento para bodas gay en Yucatán es una forma de homofobia, señalan especialistas

Aunque hasta el momento no se puede cuantificar la homofobia en Yucatán, el rechazo a la diversidad sexual puede observarse en la entidad por medio de distintas manifestaciones, como la falta de una legislación que permita el matrimonio entre homosexuales, indica la doctora Leticia Paredes Guerrero, especialista en temas de equidad de género de la Unidad de Ciencias Sociales, del Centro Regional de Investigaciones “doctor Hideyo Noguchi”, de la UADY.

Como ejemplo concreto de la homofobia que se observa en Yucatán, la catedrática señala la falta de una legislación local que permita la unión legal entre personas del mismo sexo.

“Podría ser homofobia o una violación a los derechos humanos el hecho de que el Estado diga que sólo se pueden casar hombres y mujeres. Haya hay una violencia institucional porque no se les está respetando sus derechos humanos. Ellos son seres humanos que pueden decidir con quién te casas y con quien no. Pero el estado te está diciendo de antemano: no voy a permitir que se casen hombres con hombres y mujeres con mujeres” comentó.

La también catedrática de la Facultad de Antropología manifiesta que el único parámetro para medir el pulso de la homofobia en Yucatán son los casos de crímenes contra personas homosexuales, que colocan a la entidad entre los primeros lugares por este tipo de asesinatos.

De acuerdo con la doctora Leticia Paredes Guerrero,  la homofobia es la falta de la tolerancia a la diversidad sexual. Este último concepto tiene que ver con la libertad que tiene cada ser humano de ejercer la práctica sexual de su preferencia o de tener el órgano sexual que le parezca.

Otra forma de homofobia en Yucatán es la creencia de que los homosexuales son portadores seguros del virus VIH y la enfermedad del Sida, indica la investigadora de la Unidad de Ciencias Sociales.

Señala que también los chistes que evocan a homosexuales o las burlas a personas que realizan actividades asignadas por tradición a las mujeres, como los varones que estudian enfermería, son expresiones de homofobia en la entidad.

La investigadora del Centro Regional de Investigaciones “doctor Hideyo Noguchi”, de la UADY expresa que al Estado, las religiones y la iniciativa privada le debe preocupar más la armonía en las relaciones sociales que en defender el modelo tradicional de familia, entre un hombre y una mujer, establecido durante la Revolución Francesa en el siglo XVIII.

“Eso es lo que le debería interesar a los grupos qué tipo de convivencia tengo no que tipo de familia somos, sino como estamos conviviendo. En el momento en que estamos generando violencia contra una unión del mismo sexo estoy fomentando la violencia” finalizó.

Todavía no existe una forma de medir con precisión el rechazo a la diversidad sexual en la entidad.

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