Homicida saldría libre por su avanzada edad

En los próximos días, sería puesto en libertad uno de los involucrados en el asesinato de la prestamista Elda Zurita Azcorra y su hija, la bailarina Cynthia Ricalde Zurita, un caso tan sonado que conmocionó a la sociedad meridana en los 90’s.

Moisés Méndez Mejenes, de 85 años, pediría durante esta semana el beneficio de la libertad anticipada, ya que ha cumplido el 70% de su condena, fijada en 25 años y que fue sentenciado junto con sus hijos, nietos y otro cómplice por el brutal asesinato, ocurrido en una casa de la calle 68 con 57 del barrio de Santiago.

Uno de los abogados de Méndez Mejenes, planteó ante el Juzgado Segundo de Ejecución de Sentencias la petición de libertad anticipada, a lo cual se opuso el Ministerio Público. Sin embargo, todo apunta a que el acusado podría recuperar su libertad esta misma semana, ya que cumple los requisitos; como es el tiempo de su condena y su edad avanzada, situación que el juzgado debe resolver en 3 días.

Cabe mencionar que los involucrados tenían tratos con Zurita Azcorra para solicitar préstamos constantemente, quienes la conocieron decían que era implacable y no tenía miramientos para quedarse con propiedades, alhajas y otros bienes en caso de que no le pagaran.

Asimismo se mencionaba que en su domicilio tenía una caja fuerte donde guardaba fuertes cantidades de dinero, alhajas y las escrituras de los predios que se había agenciado, entre ellos algunos de la familia Méndez.

Por lo que molestos, planearon su asesinato y de paso, se apoderarían de todo lo que encontraran de valor. Para ello, quedaron de hablar con ella para resolver unas cosas el domingo 22 de agosto de 1999. Cuando llegaron a la cita pactada, la prestamista estaba sola, pues su hija había salido a pasear con su novio Alejandro Carlos Varela Baeza, mientras que su esposo, William Ricalde Gamboa, había ido a comprar; luego de un intercambio de palabras, la atacaron y torturaron para que confesara cuál era la combinación de la caja, pero la mujer no les reveló nada. 

Posteriormente, al escuchar que alguien entró a la casa, la mataron. Los recién llegados eran la hija y su enamorado; escondidos, los sorprendieron y los atacaron a martillazos y puñaladas, los implicados huyeron dejando en la vivienda sangrientas escenas, que fue lo que descubrió el señor Ricalde Gamboa a su regreso. El testigo clave del doble asesinato fue Varela Baeza, a quien dieron por muerto pero en realidad solo estaba gravemente herido.

Los sentenciados por este caso son, además de Méndez Mejenes, sus hijos Manuel y Fernando Méndez Angulo; sus nietos Alejandro Méndez Hernández y Luis Fernando Méndez Acosta, y el empleado José Manuel Jiménez Jiménez.