Hollywood vs Trump

Hace poco encargué a Ricardo Alvarado un video breve en el que expusiera como, en la última entrega de los Oscares, se premió a películas que tocan temas que invitan a la inclusión. Da la impresión que frente al discurso racista, nacionalista y conservador del presidente Trump, discurso que encumbra al hombre blanco, rico, cristiano y heterosexual en la cúspide de la organización social, la resistencia se ha refugiado en una galaxia muy, muy lejana… lejana de Washington y cuyo nombre es… HOLLYWOOD

Entre los restos del espejo se refleja “Pantera Negra”, película de ciencia ficción que ubica en África a la civilización con la tecnología más desarrollada y en la que el súper héroe tiene el color de piel de una pantera negra. Para sorpresa de muchos, esta ha sido la película más tuiteada en la historia.

Otro pedazo de espejo refleja “Déjame salir”, filme de terror que se adentra en las vísceras del racismo.

En otro lado se refleja “Lady Bird” que trata de la vida de una joven que enfrenta los enredos finales de la adolescencia, de cara a su madre, rodeada de monjas católicas y de amigos con quienes vive lo que realmente sucede… lejos del mundo idílico de lo que debiera suceder.

En otra esquina se refleja “Llámame por tu nombre”, cinta que habla del inicio del amor, en la que un joven de 17 años se enamora del asistente de su padre. Resalta la comprensión y actitud de su padre y madre frente a la experiencia de su hijo.

Se refleja también “The Post: Los oscuros secretos del pentágono”, que en esta época sabe a cachetada con guante blanco al presidente Trump por sus agresivos tweets contra los medios de comunicación que transmiten noticias que no le gustan.

Más allá, me deleita el reflejo de “La forma del agua” que le valió dos Oscares al director mexicano Guillermo del Toro. En ella, Guillermo nos dice que el amor, no tiene forma.

Y cerca de mí, se refleja “Tres anuncios en las afueras”, película cuya protagonista presenta a una mujer con temple que busca al autor de la violación y muerte de su hija.

También se reflejan “Coco” y su historia que fluye desde la música y la tradición mexicanas, El gran showman y su canción “This is me”, verdadera oda a lo que somos al cantar “Esto soy yo… no dejaré que me hagan polvo, hay un lugar para nosotros” y Una mujer fantástica, película que expone algunas de las muchísimas dificultades que vive una mujer trans, actuada por una mujer trans.

Pero estamos en Semana Santa, y me aparece también el reflejo de una película que se encuentra en cartelera, María Magdalena, una propuesta distinta de este personaje bíblico, y con ella un San Pedro de color negro, un Judas muy humano, a pesar de su traición y suicidio, mientras que María, la madre de Jesús, es un personaje cercano, natural, reflejo de una mamá que ronda los 50.

Por su parte, María Magdalena entiende mejor que los demás discípulos el mensaje de Jesús, se presenta en la última cena a su lado, invitando a reflexionar que quizás, el discípulo a quien Jesús amaba, no era Juan, sino ella. Esta cinta es una ventana hacia la reflexión del sacerdocio femenino.

En 2018, al festejar 90 años, la ceremonia del Oscar fue una reivindicación con aquellos a los que por décadas Hollywood ninguneó: la mitad femenina del mundo, negros, latinos, gays, lesbianas o trans.

Video: “Hollywood vs Trump”

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