Fernando Castro Pacheco

09 de agosto de 2013

Fernando Castro Pacheco

Los hombres buenos cuando mueren van a sentarse debajo de la grande ceiba que está en el alto cielo, diría el poeta yucateco Antonio Mediz Bolio. Desde ayer por la mañana debajo de aquella sombra descansa don Fernando Castro Pacheco, un hombre integro y culto, un amigo generoso y un excelso pintor, muralista, escultor y grabador, quien falleciera a los 95 años de edad víctima de cáncer.
Quienes tuvimos el privilegio de su amistad lo recordaremos en la covacha de su antigua casona de la calle 60 entre 41 y 39, pincel en mano y dando vida con coloridos trazos a inconfundibles formas femeninas que le han creado un sitio en el Olimpo más exquisito de la historia.
Don Fernando Castro Pacheco dejó de existir y sus cenizas descansan hoy en el templo de María Inmaculada, con los Sanjuanistas, pero su obra permanece incólume y rebasa ya los límites de la historia, esa historia que da cabida a sus 22 murales que le cantan a Yucatán en el Palacio de Gobierno.
Su muerte debió de haber causado consternación de Yucatán a Querétaro donde también, en murales policromos de su Palacio de Gobierno el maestro le dio vida al pueblo queretano.
Muchas fueron las distinciones que don Fernando recibió: el primer premio del INBA, en 1945; la Medalla Yucatán, en 1967, y la Medalla Eligió Ancona en 1972, pero su mayor homenaje quedó plasmado en el cubo de la escalera del Palacio de Gobierno con la cosmogonía maya o en el Salón de Historia del propio edificio junto al suplicio de Jacinto Canek o la Venta de Indios que relatan momentos muy amargos de nuestra vida.
Hace apenas unos meses, en marzo pasado, el Gobierno del Estado rindió homenaje a don Fernando y lo distinguió con la Medalla Cultura Yucatán, ese fue el colofón de una vida dedicada al estudio, dedicada cien por ciento al arte de un hombre probo, humilde y que entregó su vida a dar vida lo mismo al lienzo que al metal.
Hoy, con el corazón agradecido, despedimos a don Fernando Castro Pacheco por quien elevamos una plegaria. Descanse en paz el maestro pintor, muralista, y escultor.

–Manuel Triay Peniche.

Desde ayer por la mañana debajo de aquella sombra descansa don Fernando Castro Pacheco, un hombre integro y culto.

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