Escollo oficial a la información

Si usted desea alguna información oficial y la autoridad se la niega, acuda de inmediato a las oficinas de Acceso a la Información Pública y prepárese para hacer un viacrusis que puede durar, en el mejor de los casos, varios meses. Ármese de paciencia porque, a las vueltas a que se vea obligado, habrá que añadirle interrogatorios y hasta careos antes de lograr su objetivo.

El 27 de noviembre del año pasado acudimos a la alcaldía de Ticul para conocer el monto de lo recaudado por concepto de placas para los mototaxis del Municipio. Al no encontrar respuesta a nuestra pregunta, decidimos trasladar nuestra interrogante a la Unidad Municipal de Acceso a la Información Pública. Una de las secretarias nos respondió que era poco probable que contaran con esa información y pidió que la solicitaramos por escrito, como en efecto, de inmediato lo hicimos.

El 9 de enero pasado, nos presentamos de nueva cuenta ante aquella Unidad de Acceso a la Información Pública y nos respondieron escuetamente: no tenemos esa información. Como nos negaron esa respuesta oficial por escrito, resolvimos interponer un recurso de inconformidad ante el Inaip, lo que hicimos vía electrónica el día 14 de ese mes.
El 30 de enero nos notificaron que el recurso de inconformidad interpuesto había sido aceptado y que Ticul tendría que respondernos en los siete días hábiles siguientes.

Pasaron aquellos siete días, y siete más y luego otros siete, y el silencio continuaba. Este martes 26 nos presentamos de nuevo ante el Inaip y, vaya sorpresa: la respuesta de Ticul fue que nosotros nosotros nunca presentamos la solicitud de información de marras.

Pusimos ante los ojos del Inaip la copia sellada de la solicitud presentada en Ticul y, el Instituto de Acceso a la Información nos respondió que giraría una orden a homologa de aquel municipio para un careo entre ellos y nosotros el próximo 5 de marzo, a las 10:30 horas.

Las que hemos pasado y las que nos faltan por pasar, sólo para enterarnos cuánto se recaudó por concepto de placas para mototaxis. Imaginamos el calvario que nos espera para saber cuándo, en qué y cómo se invirtió ese dinero recaudado.