Escasa costumbre de incinerar a los difuntos en el Cementerio de Xoclán
30 de octubre de 2013
Del total de servicios fúnebres que presta el Cementerio de Xoclán, sólo el 15% son para incineraciones, una disposición final de cadáveres que todavía no está arraigada en la ciudad como consecuencia de las creencias religiosas y la tradición de visitar los restos mortales de los seres queridos en bóvedas de un panteón.
La directora de Panteones del Ayuntamiento de Mérida, Iraís Barón Zermeño, manifiesta que a la semana se crema en promedio en el horno de Xoclán 18 cadáveres, los cuales no necesitan ningún tratamiento especial antes de entrar al fuego. A la semana se solicitan unos 105 servicios fúnebres en este camposanto, ubicado en el Poniente de la ciudad.
En Yucatán se cree que los difuntos no descansan en paz si se crema su cadáver y está arraigada la costumbre de visitar las tumbas, sobre todo en Día de las Madre, Día del Padre y en Fieles Difuntos.
El cuerpo de un adulto tarda 3 horas en reducirse a cenizas y el cadáver de un niño, una menos. Un esqueleto se incinera en 1 hora.
El servicio de cremación en el Cementerio de Xolclán tiene distintos costos. Para un adulto cuesta 4,254 pesos. En el caso de un niño 2,277 pesos. La incineración de un esqueleto, partes de un cuerpo u órganos vale 2,167 pesos.
El Cementerio de Xoclán da prestado el ataúd para los cadáveres que se incineran en su horno, ofrece sala de velación y otorga una urna para las cenizas.
Iraís Barón Zermeño precisa que en la ciudad de Mérida hay cinco cementerios y 33 en las comisarías.
Del total de servicios fúnebres que presta el Cementerio de Xoclán, sólo el 15% son para incineraciones.