Enseñar con amor es el mejor trabajo

08 de febrero de 2018

Enseñar con amor es el mejor trabajo

Esbeidy Guadalupe Álvarez es madre de César Adrián, un niño de cuatro años que ama los colores, las vocales y la vida, quien por una situación de salud no había sido inscrito en un plantel preescolar y ahora es uno de los beneficiados de los servicios de las Aulas Hospitalarias. 

Desde que César tiene un año acude al hospital “Doctor Agustín O’Horán” para recibir puntualmente su tratamiento, pero esa ya no es la única razón por la que quiere visitar el nosocomio, sino porque desea convivir con sus maestras, las cuales dan clases ahí a otros 123 infantes que como él no están en un sistema escolarizado. 

Se trata de las llamadas Unidades de Apoyo a la Educación Básica en los Hospitales (Uaebh), creadas con el fin de contribuir a la disminución del rezago educativo de niñas, niños y jóvenes que se encuentran hospitalizados, en tratamiento o en rehabilitación. 

Actualmente, uno de estos espacios está ubicado en donde César es atendido y también existe otro más en el área de Pediatría del Hospital Regional T1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). 

El hecho de que este sitio opere, tanto para el infante como para su madre, se convierte en un maravilloso respiro. Las maestras confirman que César llega emocionado cada día por los colores y los juguetes que le ayudan a aprender. De esta manera, él entra más seguro y tranquilo a sus sesiones con los médicos. 

Desde 2012 a la fecha, son más de mil 700 pacientes atendidos, provenientes de Mérida y del interior del estado, así como de Quintana Roo, Campeche, Chiapas y Tabasco, e inclusive de Belice. 

Para Lizbeth Alejandrina López Narváez, con más de siete años en este proyecto y responsable del Aula Hospitalaria del nosocomio, esto se trata de una bendición, pues son las niñas y niños quienes la llenan de fortaleza cada instante. 

Las personas involucradas en esta dinámica realizan sus planeaciones con base en los programas de la Secretaría de Educación. Por las condiciones de los infantes, se hacen las adaptaciones precisas, incluso se trabaja muy de la mano con los padres, pues son quienes los acompañan de manera directa. 

 

Aunque Lizbeth enseña a los estudiantes a leer, escribir y reconocer su entorno, ellos le muestran el valor de la familia, la unidad, la gratitud y la perseverancia, así como a sonreír ante toda circunstancia.  

Nota escrita por

Subiria Duarte

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Más de mil 700 niñas y niños han sido atendidos en las Aulas Hospitalarias, desde 2012.

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