El reparto de tortillas a domicilio un cáncer que afecta a la industria

08 de octubre de 2014

El reparto de tortillas a domicilio un cáncer que afecta a la industria

 El presidente de la Unión de Molineros del Sureste, Ramón Ramos Várguez, dijo que el reparto de tortillas a domicilio es un cáncer terrible en nuestro medio, ya por este motivo la gente ha dejado de acudir a los molinos, además los repartidores invaden otras colonias perjudicando a los molineros establecidos en ese sector.

 Actualmente dijo los molineros realizan esta práctica como una opción más y por ello pidió la intervención de las autoridades para regular este problema que amenaza con seguir creciendo.

 Agregó que sería bueno instalar una mesa de trabajo en la que todos los molineros expongan sus necesidades y las autoridades decidan en qué podrían ayudarnos.

Recordó que cuando terminó el programa Promasa, supuestamente por una falta presupuestal,  quedaron muchos apoyos pendientes por pagar y desde ese entonces no se ha visto el interés de las autoridades por apoyar.

 Insistió en que las autoridades gubernamentales debe apoyar esta industria e  imponer normas para blindar el negocio y trabajar en un ambiente laboral honesto.

“Vamos a poner normas para blindar el negocio para que todos trabajemos bien y tengamos un ambiente laboral honesto y sin tanta competencia, hoy te puedo asegurar que el reparto es un cáncer terrible y no hay molinero que no lo practique ya por necesidad ya que como no vende en su mostrador, el compañero va a vender por su zona y él tiene que vender en la zona del compañero” comentó.

 Reconoció que es imposible prohibir el reparto, ya que las autoridades dirían que es una fuente de empleo, pero esto también implica una serie de riesgos.

“Pero nadie se da cuenta del riesgo que implica, la salubridad, tú no sabes como el repartidor entrega la tortilla, donde realiza sus necesidades fisiológicas o si le quita 2 ó 3 tortillas a cada medio kilo para hacer el suyo,  son varias cosas que hay que regular para hacerlo más legal” indicó.

Señaló que si no existiera el reparto, se podría hasta bajar el precio de la tortilla, pero eso no pasará

 Dijo que en Mérida hay 500 molinos y alrededor de 1,300 en el interior del estado para un total general de 1,800 aproximadamente y agregó que desde hace muchos años esta industria  dejó de ser una “mina de oro”.

Lamentablemente el número de tortillerías ha crecido pero el consumo percápita ha venido a la baja y obviamente hay que incrementar el precio porque el molinero cada día vende menos.

El presidente de la Unión de Molineros del Sureste, Ramón Ramos Várguez pidió a las autoridades regular este problema.

mantenimiento sitio web