El paracaidismo, un problema que se extiendo sin freno por la ciudad

11 de mayo de 2015

El paracaidismo, un problema que se extiendo sin freno por la ciudad

Recorrer el casería del terreno invadido cerca de Xmatkuil, al sur del sur profundo, donde habitan unas 150 familias desde hace casi seis meses, nos obliga a la reflexión: la situación de estas personas es irregular y no estamos seguros que la pobreza justifique algún delito; la autoridad, del nivel que sea, debe actuar y poner orden para evitar que este paracaidismo se siga expandiendo por la ciudad pero, ¿hasta dónde puede y debe llegar?

Los ocupantes de aquella superficie saben de la irregularidad que comenten pero, al menos los entrevistados, justifican su actitud con la miseria en que viven y están dispuestos a lo que sea necesario para salir adelante.

Este es el caso de Suemy Millán, una mujer, madre de familia, que al igual que otras cientos de mujeres tomaron la decisión de ocupar ese terreno que no les pertenece. Las circunstancias son diversas, algunas por necesidad, otras, quizá no tanto.

Suemy, es madre de tres hijos, tiene ocho meses de embarazo, y desde los dos años sufre una discapacidad en una pierna, que le impide la movilidad que quisiera. Hace tan solo unos días estuvo en riesgo de un aborto, debido al terreno peligroso en el que vive, entre troncos y piedras de todos tamaños.

-¿Cuántas personas viven con usted?

- MIs tres hijos menores, mi pareja y yo: 5

- ¿Qué los orilla a tomar la decisión de venir a vivir en este lugar?

-La necesicidad, para ya no estar pagando las rentas, porque es mucho de las rentas y ya no es de nosotros, pagamos y pagamos y nunca tenemos nada propio. Entonces estamos acá luchando,  aunque sea que no hay agua, no hay luz, para ver si se nos da el terreno

 -¿Cuánto pagaba antes?

-800 el más económico, era solo un cuartito.

Las muletas ya no son suficientes, un improvisado bastón retorcido hecho con una rama de un árbol, sirve de apoyo a Suemy.

“Pues de antes andaba yo solo con la muleta, ahorita tengo que agarrar hasta otro bastón para no caerme entre las piedras, entre las yerbas, incluso en que estoy caminando entre las piedras, hasta la ambulancia ya me vino a buscar acá, en que me forcé bastante por estar andando entre las piedras, me llevaron al hospital, pero gracias a Dios me dijeron que solo fue una alarma de aborto, entonces me dieron reposo”

Las 150 familias de este asentamiento han llenado un formato de solicitud en el IVEY y esperan una respuesta afirmativa para que les cedan o vendan con facilidades de pago sus terrenos.

¿Le han dado respuesta por algún instituto, por ejemplo el de vivienda?

-No, recientemente todavía hoy fui y me dieron un folio, ándale un formato para que yo llene, para que yo lo vuelva a llevar para ver que respuestas me van a dar, pero como estoy discapacitada y estoy embarazada me da trabajo ir a cada rato

-¿Cuántos meses tienes de embarazo?

8 meses. Me dijeron: tienes que volver, los que no vuelven son los que no les interesan, dice que hay que dar vueltas y vueltas”

Suemy es tan solo una historia, una de esas historias ocultas que no tienen voz, y que están a la espera que les depare el destino.

“Aunque no estemos seguros, no tenemos donde ir, pues aquí estamos viviendo”

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Difícil dilema de las autoridades: ¿La pobreza justifica la comisión de algún delito?

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