El hombre que hoy es Jesús

14 de abril de 2017

El hombre que hoy es Jesús

Su nombre es Andrés Antonio Medina Chale, un joven de 21 años como pocos, su vida según él “es tranquila”, casi no sale de fiestas, prefiere por las mañanas ir a la universidad, por las tardes  hacer un poco de ejercicio y por las noches desde hace un par de meses ensayar sus libretos, él cargará una cruz de 120 kilos, será el Cristo de Acanceh.

Los habitantes de este municipio dicen que el peso de la cruz está compuesto por los pecados de quien la carga. Sin embargo, los 160 actores que participan en la recreación de la Pasión de Cristo en Acanceh, la más famosa e importante en todo el Yucatán, saben que en realidad esa cruz pesa 36 años de tradición.

Pudimos platicar con Andrés, y conocer un poco más de él, le preguntamos cuál es su sentir, como se prepara para este día, con una gran sonrisa él nos dice, que no tiene palabras para describir su emoción.

“Para mí es algo emociónate, y en hay veces ni yo mismo me lo creo, no es algo que pueda explicar con mis palabras, más que en la mente lo llevas en el corazón, el saber que vas a representar a la persona más perfecta que pudo existir y sé que nadie es digno porque como humanos cometemos errores, pero Dios nos da oportunidades para ser mejores”

Andrés es un joven de complexión delgada, su cabello era lacio y corto, pero para interpretar el papel de Jesús -el Rey de reyes, el Señor de señores, el Señor de los ejércitos, Abbá, el Altísimo, Jehová o la Luz del mundo, con los nombres que suele ser conocido-, tuvo que dejárselo largo, y ondularse el pelo, con la intención de parecerse lo más posible a la imagen que nos muestra la Iglesia Católica  del Todopoderoso.

Aunque es la segunda ocasión que hace el papel de Cristo en Acanceh, señala que el interpretar a este personaje era un sueño que tenía desde niño, cuando acudía a la plaza del pueblo y veía las representaciones de aquel entonces.

“Desde que salía en la representaciones de niño lo veía y decía, quiero hacerlo algún día, algunos se reían o los mismos coordinadores me decían tú vas a hacer el papel de Cristo, pero nunca me imaginé que fuera tampoco debido a que otros actores suelen tener entre 28 o 30 años, y yo 21 años apenas” 

Andrés es estudiante de Mercadotecnia, lo hace en la Universidad Mesoamericana de San Agustín en Mérida, a pesar de que en su comunidad las personas lo bendicen, le llevan veladoras a su casa y le dicen que lo incluirán en sus oraciones, en su escuela, sus compañeros de clase bromean “que si él es Dios”, entonces que haga un milagro y que nadie repruebe.

“En que siento que la vida de la ciudad es muy diferente, algunos de mis compañeros me entienden pero no todos, 338 me burlan, tu eres Dios, saca buenas calificaciones, en la calle la gente me dice “hay viene Dios” y yo sólo me río, como dicen tengo que aguantar esto, es parte de todo”

¿Pero a Andrés le duelen los azotes que recibe durante la representación de la Muerte de Cristo?

“Los golpes no los puedes evitar, aunque tú les dices que estoy en tus manos, no sé si les gana la emoción, ahora sí que sólo es cuestión de aguantar, aguantar mis azotes es mi mayor reto”

 

Y es que en  muchas comunidades de Yucatán y el mundo, cada año se lleva a cabo la representación del Vía Crucis, como parte de los escenarios de la conmemoración de la Semana Santa y sin duda una de las más añejas, llena de fervor y tradición es la que se lleva a cabo en el Municipio de Acanceh.

De 21 años, oriundo de Acanceh, Andrés Medina es estudiante de mercadotecnia y personificara a Jesús en su muerte.

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