Don Manuel, 30 años en la Cervecería Yucateca
03 de mayo de 2016
Con el regreso de la Cervecería Yucateca se vislumbran importantes logros para el estado, la inversión, la generación de empleos, entre otras más, sin embargo hoy no hablaremos de eso, sino de recordar un poco lo que significa esta fábrica y quien mejor que alguien que haya laborado en ella, que conozca de cerca lo que es ser parte de ese proceso que conlleva hacer esa bebida tan gustada por muchos.
En NotiRASA, platicamos con el señor Manuel Jesús Góngora Alcocer de 65 años de edad y quien laboró en la Cervecería Yucateca a lo largo de 30 años en el área de Talleres y Mantenimiento como soldador, oficio que aprendió de su padre, quien por cierto también fue empleado de la fábrica por 30 años, dejándole el lugar a su hijo.
Don Manuel relató que en vacaciones los empleados tenían permitido llevar a sus hijos para trabajar en la planta haciendo trabajos que no expusieran su integridad, fue así que a la edad de 14 años él asistía por 15 pesos diarios.
“Es una historia muy bonita, yo estudiaba en la Cisneros Cámara, mi papá me llevo a trabajar julio y agosto, un fin de agosto me dice que él quería que me quedará a trabajar, fue difícil pues yo quería seguir trabajando, pero las circunstancias de aquella época me obligaron a quedarme, él me decía que era un buen trabajo, la cervecería era una empresa muy importante y así me quedé, aprendí el oficio de soldadura que mi señor padre me enseñó”.
Comentó que un principio la empresa pertenecía a la familia Ponce, de quienes dijo tener buenos recuerdos pues como jefes siempre fueron muy conscientes de las necesidades de sus empleados y cercanos a ellos, tanto así que recuerda la prueba de fuego que el señor Pedro Ponce le asignó, debía cambiar las canastas del campo de beisbol del estadio Carta Clara, torres de 25 metros de altura.
“Cuando me lo dijeron me fui para atrás, no había trabajado en las alturas, no podía decirle que no y el día que tenía que empezar a hacerlo, llegó un gran soldador de apellido peña, que es un experto soldador, él no le tenía miedo a la altura y con él aprendí y logre hacer ese trabajo, le perdí el miedo a la altura”.
Durante la plática recordamos aquél silbido que anunciaba la entrada de los trabajadores y que resonaba por varios lugares de la ciudad, silbido que hasta hoy muchos recuerdan.
“Había un silbido, a las 10 para las 7:00 de la mañana llamaba a los trabajadores, a las 7:00 volvía a sonar, a las 12:00 del día a las 12:30 y las 3:00 de la tarde ya para salir, se escuchaba por toda la colonia Mayapan, era muy tradicional”.
Y una pregunta que no podíamos dejar pasar, era la de conocer ese rumor que ha circulado mucho, sobre que los trabajadores podían tomarse unas cervecitas en el trabajo, nuestros entrevistado despejó las dudas y nos confirmó, que efectivamente se tomaban unas cuantas.
“Bueno, no sé si está bien decirlo, pero la verdad en esa época, los señores Ponce Palomeque quienes eran nuestros jefes, acostumbraban a darnos dos cervezas a las 12:00 del día, para almorzar, pero hasta allá, no era fiesta”.
Cuando la Familia Ponce vende sus acciones a Grupo Modelo, esas dos cervezas a la hora de la comida dejaron de estar permitidas, sin embargo se las acumulaban y el fin de semana se las daban para llevarlas a sus casas.
Este cambio de patrones dijo don Manuel no trajo consigo afectaciones en la planta laboral, pues la empresa aceptó continuar con las mismas condiciones y sueldos, por lo que siguieron trabajando muy a gusto.
Después de 30 años y con las liquidaciones don Manuel tuvo que dejar de laborar en la Cervecería, sin embargo hasta hoy guarda grandes recuerdos de aquellos tiempos que le enseñaron tanto y recomendó a los que ingresen a trabajar en este regreso de la empresa a hacerlo con muchas ganas y responsabilidad.
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Platicamos con el ex empleado quien nos relató cómo era ser parte de ese equipo de trabajo