Don José invita a su casa a conocer sus nacimientos que van desde el tradicional hasta el chino

En el barrio de San Cristóbal, cerca de la iglesia que lleva el mismo nombre, vive Don José Cachón conocido entre los vecinos por colocar año con año sendos nacimientos y adornos navideños para deleitar la pupila de quienes pasan por la calle y de quienes se detienen a admirar cada uno de los detalles que enmarcan todo este montaje.

Desde mediados del mes de noviembre, don José con la ayuda de un amigo suyo, Carlos Castillo Garrido, comienza a sacar de su bodega las cajas en donde resguarda sus adornos navideños, los cuales son más de 150 entre esferas, muñecos para sus nacimientos, lucecitas y, diversas figuras de Santa Claus, en todos estos ha invertido alrededor de $12,000

En total son tres los nacimientos que coloca: el tradicional, el yucateco y uno chino, ya que don jose es de ascendencia china. Cada uno es colocado con sus respectivos aditamentos y detalles que los hacen únicos y diferentes entre sí. En el caso del nacimiento yucateco don José coloca una casita de paja con un pozo a un lado y una hamaca en donde colocan al niño Jesús.

Nacimientos al mil: en lo que corresponde a lo chino, todo lo que son elefantes pero con los chinitos, los pescadores, la pagoda, los faroles, el cerezo rosa, y toda la adornada es de chinitos.

Las puertas de su casa están abiertas y se encuentra en la calle 71 entre 48 y 50 desde las seis de la tarde hasta las 12 de la noche todos los días y la decoración la deja hasta el día dos de febrero, en donde invita a los niños del barrio para que arrullen al niño Jesús.


El gasto no solamente implica la compra de accesorios nuevos los cuales oscilan entre los 800 y 1,500 pesos, sino también la compra de baterías que en esta ocasión fue de 500 pesos y en cuanto al pago de luz, don José nos contó que sus recibos son de alrededor 3,000 pesos y puede que en esta ocasión ascienda aseguró.

La entrada para ver la decoración de la casa de don José es gratis y quienes lo deseen pueden acudir las veces que quieran, finalizó don José.