Desde el 18 de marzo puede verse en plenitud la bajada de Kukulkán en Chichén

Investigadores el INAH sugieren admirar el espectáculo de luz y sombra de Chichén Itzá desde el 18 hasta el 23 de marzo a partir de las 3.50 de la tarde cuando los rayos del Sol que se recortan en las nueve bases de la pirámide dibujen nueve triángulos isósceles sobre el pasamanos de la escalinata norte de la estructura.

El maestro Orlando Cáceres Contreras, autor del libro “Arqueoastronomía del Área Maya”, señala que el 20 de marzo es el día óptimo para observar esta ilusión óptica conocida como el descenso de la Serpiente de Kukulkán, pues las proyecciones solares parecen formar el cuerpo perpendicular de un reptil que empieza arriba de la pirámide y termina en la cabeza de una culebra labrada en piedra.

"En este caso el 20 de marzo es el día específico que se observa astronómicamente pero puede visualizarse dos días antes o dos días después de estas fechas. Desde el 18 puede verse y hasta el 23 puede observarse en plenitud" indicó.

El investigador indica que generalmente el equinoccio de Primavera se registra el 21 de marzo, que es el momento en que la Tierra se acerca a uno de sus puntos más cercanos al Sol, lo cual genera que la luz solar y la oscuridad tengan la misma duración de horas durante el día.

El evento arqueoastronómico de luz y sombra se puede ver muy bien dos días antes del equinoccio o dos días después, afirma.

El estudioso indica que en Dzibilchaltún, Acanceh y Oxkintok se producen eventos arqueastronómicos en el equinoccio de primavera y que en septiembre se registra uno en Mayapán.

"El más conocido es el descenso de Kukulkan pero no es el único. En estos días es posible verlo en Dzibilchaltún" comentó.

Hace más de 40 años, Luis Arochi dio a conocer al mundo el espectáculo de luz y sombra de Chichén Itzá. Sin embargo, el descubrimiento fue realizado por un custodio de la zona arqueológica, natural de Tinum, de apellido Salazar.