Continúan los festejos con sacrificio de animales

En los tiempos de la antigua Roma, el pueblo acudía al Coliseo a ver un espectáculo de sangre, donde los actores vivientes eran esclavos obligados a luchar contra leones. Hoy, a muchos siglos de distancia, de alguna manera se conserva en Yucatán aquella forma de diversión mediante los torneos de Lazo y el “koots kal pato” que no son más que un ritual donde los sacrificios, la barbarie y la violencia en contra de los animales están a la orden del día.

Fue hace un año, en el 2014, cuando el Torneo de Lazo rebasó fronteras debido a unas imágenes que se filtraron en redes sociales donde aparecía un caballo que moría destripado después de sufrir una corneada de un toro en el municipio de Motul, en donde por cierto, el vaquero igual terminó con lesiones.

A partir de ese momento la comunidad cibernauta, incluidos defensores de animales y personalidades nacionales e internacionales exigieron a través del Facebook y Twitter la prohibición del torneo de lazo en Yucatán, e incluso recabaron miles de firmas por medio de la página Change.org donde solicitaban a las autoridades estatales poner freno a esas prácticas de crueldad animal.

A raíz de esa movilización virtual, algunos funcionarios locales alzaron la voz, como en ese entonces el diputado local y hoy alcalde meridano Mauricio Vila Dosal, quien encabezó iniciativas para prohibir el torneo de lazo en Mérida.

El torneo de lazo es un espectáculo en el que participan unos 30 ó 40 vaqueros a caballo que ingresan a un coso para lazar a un toro de lidia; debido a la multitud el burel sólo intenta huir y se revuelve entre los vaqueros cuyas monturas carecen de protección alguna, por lo que ocasionalmente alguno de éstos animales suele ser empitonado y generalmente pierde la vida.

Debido al eco y repudio de este espectáculo, el torneo de lazo se prohibió en Mérida y sus comisarias, pero aún sigue vigente en los otros 105 municipios del Estado,  así lo informa Ernesto Maurin, director de Movimiento Animalista Ciudadano durante una entrevista a un medio especializado.

Hay 105 ayuntamientos en desacato a la ley y eso mismo se da por los presidentes municipales, porque ellos mismos son ganaderos, promueven el Torneo de Lazo donde destripan caballos. Son quienes otorgan licencias para vender alcohol, los que organizan los torneos y todo está muy coludido y corrompido, explicó durante aquella entrevista.

Durante la investigación, Noticieros Cadena Rasa pudo tener contacto con ganaderos y vaqueros que afirman que algunos miembros de la Unión de Ganaderos de Reses Bravas de Yucatán, quienes se encargan de organizar los torneos de lazo, suelen adquirir caballos a bajo costo para después sacrificarlos intencionalmente dentro del ruedo, lo que garantiza el derramamiento de sangre y la popularidad del toro para eventos posteriores.

Así lo explica Luis, un vaquero que participaba en los torneos de lazo:

 “¿Qué hay de cierto que algunos ganaderos contratan a algún vaquero con la intención que entreguen a los caballos en los cuernos del todo? Fíjate que sí, si es existente, sí es evidente esto,  sucede muchas veces, con mucha frecuencia; esto normalmente ocurre cuando un ganadero quiere afamar a su toro y busca de alguna manera hacerlo popular, con la intención de lograr cobrar mayor la renta, de tener más activos a sus toros, entonces esta actividad poco humana como pudiéramos llamarlo, sí ocurre, donde yo te puedo decir de fuentes cercanas que hay ganaderos que pagan por unos cuantos pesos, ¿Qué será?, unos $1500 o $2000 pesos le pagan a una persona para que entre a lazar pero con la intención que el toro acometa contra el caballo y claro, la intención es que pierda la vida el caballo”, explicó.

Sin embargo no sólo el torneo de lazo se convierte en un espectáculo salvaje. Por ejemplo, en Citiulcum, comisaria de Izamal practican un ritual de sangre con sacrificios animales denominado Kots Kaal Pato, en el que usan animales vivos como piñatas que golpean con palos y cuando cae el animal se le van encima y mientras forcejean lo despedazan o lo pisotean hasta matarlo.

En próximas entregas daremos voz a las partes involucradas en esos espactáculos, tanto a organizadores como a los asistentes, a  defensores de animales y a las autoridades, para que usted saque sus conclusiones sobre esas prácticas inhumanas que, según defensores de animales, es  tolerada, admitida y promovida por autoridades municipales, ganaderos y algunas marcas nacionales que ven estos espectáculos una oportunidad obtener ganancias económicas.