Boston
22 de abril de 2013
A pesar que la tradición cuestiona a Santo Tomás por no creer hasta ver y que los cristianos se felicitan por creer sin haber visto, la verdad es que los incrédulos, con sus cuestionamientos, han ayudado a los avances de la humanidad.
La ciencia se basa en la observación. Las preguntas que surgen cuando observamos ayudan a tejer el conocimiento humano, desechando viejas teorías y creencias para ofrecer nuevas al escrutinio humano.
Pero lo anterior ¿a qué viene al caso, amable radioescucha?
La semana pasada, unas explosiones mataron a tres personas que acudieron a estimular con su alegría y presencia a los corredores de la maratón de Boston. Entre ellos, un niño de 8 años.
Toda la inteligencia y policía de Estados Unidos se movió. No escatimaron esfuerzos y lograron detectar a los culpables: dos hermanos. Uno de ellos murió en los enfrentamientos y el otro fue herido y se encuentra detenido en un hospital.
Esta historia tiene muchas aristas para comentar y analizar, pero en esta ocasión nos interesa una ¿Por qué en México surgen voces que dudan de si los incriminados son realmente culpables? ¿Por qué hay mexicanos que consideran que la autoridad estadounidense ejerció un exceso de fuerza?
En Estados Unidos conocen la importancia de actuar rápido y con contundencia cuando se lastima a sus ciudadanos.
No dudan en gastar y mostrar que son poderosos, eficaces y contundentes. Aprovechan cada ocasión para dejar en claro que no tolerarán se lastime a ninguno de sus compatriotas. Las policías siempre tienen todo el respaldo de sus autoridades.
En México, la desconfianza a la aplicación de justicia ocasiona que muchas veces nos coloquemos del lado del infractor. Esta actitud es aprovechada por los malosos para extender su campo de acción.
Quizá no sea del todo como lo estamos comentando, pero hemos observado algo, mientras en Estados Unidos la gente salió a la calle para aplaudir el trabajo de su policía, en México menospreciamos el trabajo que los estadounidenses realizaron para expresar que no tolerarán actos de terrorismo.
Y de alguna manera, esta actitud que solemos tener, se ve reflejada en nuestro país al faltar presión y apoyo hacia los mexicanos que exponen su vida en la lucha contra la delincuencia.
No se trata de creer sin ver, pero debemos aprender a observar para hacer las preguntas correctas y apoyar a quien nos ayuda, y no a quien tanto daño termina por hacernos.
Editorial 22 de abril 2013