Antes que a los niños, primero hay que educar a los adultos
25 de febrero de 2014
Alumnos de la primaria “Libertad Menéndez” del fraccionamiento de Las Américas dejaron muy en claro que antes de querer aconsejar a los más pequeños sobre la importancia de prevenir la violencia contra las mujeres es necesario compartir primero esta información con los adultos, quienes son los principales responsables de las agresiones contra infantes y adolescentes.
Esta fue la esencia del mensaje, que sin titubeos, expresó el niño Cristian León Negrete, de quinto grado a maestras, profesores, legisladoras y funcionarias que se reunieron en el plantel con motivo del Día Naranja, que se conmemora el 25 de cada mes para sensibilizar a alumnos de los estragos de la violencia contra las mujeres.
"Siempre del bullyng y el acoso escolar y nos dan pláticas sobre ello y nos resulta un tema difícil de entender como niño que soy y eso nos causa confusión. Pero yo me pregunto por qué no se las dan más a los alumnos. ¿No son ellos quienes nos educan?" comentó.
Mientras sus compañeros agitaban globos anaranjados en la plaza cívica, Cristian enfatizó la importancia de manejar la ira y otras emociones, que desembocan en violencia cuando no se encauzan positivamente.
A mitad del evento, en un mural los niños escribieron mensajes sobre la violencia, los cuales dejan ver la urgencia de atender el bullyng en las primarias. Al pie de la letra las expresiones de los niños dicen, por ejemplo: “Que no haya bullyng”, “No hacer bullyng”, “No hacerte el callado su te hacen bullyng”, “Reflexiono antes de actuar” y “Entre más violencia más te vas a sentir mal”.
"Pienso que la violencia es productos de la familia, de la escuela y la sociedad. Para aprender sobre ella no es todo aprender la definición o qué es insultar, sino que es algo que está dentro de nosotros" indicó.
Los alumnos de la escuela “Libertad Menéndez” cantaron en sintonía con la música de un cuarteto de violines de la SEP. Finalmente, Cristian León Negrete dejó en claro que la violencia se genera en las familias y es ahí donde hay que prevenirla.
La niñez tiene conciencia que la violencia y las acciones destructivas tienen su origen y su solución en el seno de las familias.