A 9 años de su muerte la imagen del papa viajero está presente en los yucatecos

Se cumplen ya 9 años del fallecimiento del papa amigo o el papa viajero como le decían a quien fuera el papa número 264 de la Iglesia católica y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano desde el 16 de octubre de 1978 hasta su muerte en 2005.

Sin duda alguna un papa muy querido por su carisma y sencillez y especial cariño que  los yucatecos le tenemos ya que en el año de 1993 llego a Yucatán en su tercera visita al país.

Ante esta importante efeméride salimos a preguntarle a los meridanos como lo recuerdan a 9 años de su muerte:

"Como algo muy especial, con micho cariño, para mí era todo, el papa amigo era un gran señor la gente lo quería un recuerdo muy bonito de él, fue un padre que nos dejó mucho porque fue una persona que tenía mucha bondad, tenía mucha calidad, era muy humilde el no hacia distinción de las personas, tanto amaba al pobre como a todo el mundo, él unió mucha gente, era un hombre muy bueno, carismático con mucha devoción, inolvidable, una gran persona conmovió mucho al mundo con su tacto".

La fe de la gente al papa es tan grande que hay quien dice les ha indicado el  regreso al camino de la iglesia.

"Una vez me habló en mis sueños y es cuando yo volví a ser ministro, como que el me enseño el camino para regersar ministro de la iglesia así que le tengo mucha fe, además de que el trabajó para el bien de la comunidad y del mundo entero".

Y como diría la hermana Ventu es tanto el cariño que muchos niños llevan su nombre en honor a él

"Se ha quedado en nuestro corazón no lo podemos olvidar, santo padre como te quisimos, así que él a través de su vida, todo lo que hizo por nosotros nos ha robado el corazón porque así lo sentimos los mexicanos y quienes amamos la iglesia, aquí también lo recuerdan porque fue como una sede del papa que vino acá, quien lo va a olvidar, nadie, hasta cuantos niños se llaman así Juan Pablo".

Su muerte se produjo debido a una septicemia y a un colapso cardiopulmonar irreversible, agravado por su enfermedad de Parkinson. Tenía 84 años y 11 meses. En su agonía, le dictó a su secretario,  una carta en la que decía:

"Soy feliz, séanlo también ustedes. No quiero lágrimas. Recemos juntos con satisfacción. En la Virgen confío todo felizmente"

El 30 de septiembre de 2013 el papa Francisco anunció que Juan Pablo II será proclamado santo, al mismo tiempo que Juan XXIII, en una ceremonia conjunta el 27 de abril de 2014.