8 especies se permite cazar en Yucatán

04 de enero de 2014

8 especies se permite cazar en Yucatán

La caza de aves se ha mantenido en números similares durante los últimos cinco años en el estado, cuenta de ello es que durante la temporada pasada se otorgaron 157 permisos nacionales y 12 a estadounidenses, mientras que al arranque de la actual, 115 han sido brindados en el primer rubro y 2 en el segundo, señaló el jefe del Departamento de Conservación de Ecosistemas de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), Luis Antonio Méndez González

En esta temporada de cacería de patos, cercetas y gallaretas, que inició el 29 de noviembre del año pasado y terminará el 23 de marzo del presente, ocho son las especies para las que se permitió su aprovechamiento, dos más que la temporada anterior.

La cifra de cazadores locales se mantiene en 150, en esta actividad que es practicada en su mayoría por hombres, sólo destaca el permiso de una mujer. Ellos deben pagar una cuota de conservación al iniciar la temporada que asciende a 4 mil 150 pesos y debido al gasto de la cacería, sólo quienes pertenecen a un nivel socioeconómico alto la practican, según refirió Méndez González

Al pagar dicha contribución ante la Secretaría de Administración y Finanzas, cada cazador cuenta con 4 cintillos, que son números de serie que respaldan la posesión legal de las aves, y cada uno les autoriza el abatimiento de 30, lo que significa que de entrada pueden aprovechar hasta 120 ejemplares, si requieren más, el costo por cintillo es de 390 pesos. Estos permisos son otorgados por la Secretaría de medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Durante la temporada, la Seduma tiene la tarea de vigilar en diversos puntos de la Unidad de manejo para la Conservación de la vida silvestre (UMA) “El Palmar” ubicada en Sisal, en donde se realiza la actividad cinegética, que los cazadores cuenten con los cintillos correspondientes al mismo número de aves aprovechadas, así como verificar sus datos.

Previa y posteriormente a la temporada, el personal de la secretaría citada, tiene a su cargo mantener las condiciones de la UMA, de tal manera que los ejemplares, en su paso por la península encuentren tanto el alimento como el hábitat adecuado para que bajen, de manera que al hacer esa escala en su migración hacia el sur, puedan ser aprovechadas.

 

En este sentido, el entrevistado negó que haya cazadores furtivos en la zona y señaló que al finalizar la temporada, cada uno de los monteros debe entregar un reporte de aprovechamiento a más tardar 15 días posteriores en donde deben anotar sobre las aves: el sexo, la especie, la edad, así como la zona en donde fueron cazadas.

Dijo que en promedio cada cazador captura 150 ejemplares y en caso de que haya alguna anomalía, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se encarga de asegurar los ejemplares, así como de las sanciones, si fuera el caso.

En esta temporada de cacería de patos, cercetas y gallaretas, que inició el 29 de noviembre del año pasado y terminará el 23 de marzo del presente, ocho son las especies para las que se permitió su aprovechamiento, dos más que la temporada anterior.

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