TIZIMÍN: Evidente los casos de niños venteros en las calles.\r\n

20 de febrero de 2013

TIZIMÍN: Evidente los casos de niños venteros en las calles.\r\n

Descalzos y con una pequeña palangana de pulpas de tamarindo en la mano, José Enrique Kantún Uch de 7 años, y su hermano Marcos Antonio, de 5, caminaban vendiendo por las calles de Tizimín para ayudar a sus padres con el sustento familiar.

“¿Me compras una pulpa?” es la pregunta de los niños que tratan de convencer con una mirada que trasmite necesidad. Los productos son hechos por su familia para venderlos y comprar lo necesario para vivir.

Desde temprano a José Enrique y Marcos Antonio los levantan para comer algo y luego mandarlos a vender las pulpas de tamarindo, a 4 pesos la bolsita.

“-¿Dónde estudias?-, -En la Adolfo López Mateos-,- ¿De tarde vas?-, -Sí-, -¿Y porque vendes?-, -Porque sí-, -¿Te mandan tus papás?-, -Sí-, -Tienes papá?-, -Sí-, -¿Qué trabajo hace tu papá?-, -Ayudante de albañil-,- ¿Sólo don dos en tu casa?-, -No-, -¿Cuántos son?-, -Cinco-, -¿Quien es el más grande?-,- Yo-, -¿Y el más chico cuántos años tiene?-, -Cuatro y dos-, ¿Y tu mamá trabaja?-, -Sí-, -¿En qué trabaja?-, -Aquí cerquita, alado de Gonzalo-, -¿Qué trabajo hace?- Vender pollo-”

Ante algunas preguntas solo asentían con la cabeza para un sí o un no. Lo único que querían era vender las 5 bolsitas de pulpa que les quedaba e ir a su casa, entregar los centavos que juntaron y ver la televisión un rato.

Marcos Antonio presentaba las puntadas de unas heridas en su boca y brazo derecho que aun no le quitan, según dijeron uno de sus tíos, en estado de ebriedad, le aventó una botella de caguama que bebía, esto al verlo agarrar una tortilla directamente del comal a la hora del almuerzo.

“-¿Qué te pasó?-, Ah-, -¿Qué te pasó?,-MI tío me dio un botellazo en mi cabeza-, -¿Por qué te dio un botellazo?-, -Porque si-, -¿Cómo que le dio un botellazo, estaba borracho?-, -Sí-, -¿Qué estaban haciendo?-, -Fue a buscar tortilla mi hermanito en el comal y como tienen puesto tortilla en el comal fue y le dio un botellazo-”

Desde hace unos años, en Tizimín ha sido evidente la necesidad que impera en varias familias en extrema pobreza que envían a los niños a las calles para vender golosinas, pepitas, dulces de coco, chicharrones y cacahuates.

Lo más abrumador de los casos es que a muchos niños venteros se les ve por las noches, ya muy tarde. Además de la escasez de alimentos en casa, sufren de violencia, no siempre van a la escuela y si van, no tienen buenas calificaciones.

En otra cápsula le daremos a conocer si existe algún plan o proyecto del gobierno, asociaciones civiles, iglesias o de gente caritativa para ayudar a estos niños.

Noticieros Cadena RASA, Fidel Dzib.

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