Tsunami de basura arrasa con Progreso

21 de julio de 2014

Tsunami de basura arrasa con Progreso

Para la presidenta de la Federación de Colonos Urbanos de Yucatán, A.C., Blanca Estrada Mora, así como para otros vecinos del puerto, Progreso es una ciudad que presenta dos caras: la cara bonita, la del malecón, la de los cruceros, la del turismo; la cara fea, la de los 50,000 progreseños que viven con carencias inimaginables en este siglo, como es la falta de agua potable y la acumulación de la basura.

En opinión de muchos, el Ayuntamiento se niega a voltear los ojos hacia la otra cara, la cara de la realidad que se acentúa con la insalubridad de la vida cotidiana de su mercado, con la vida miserable de cientos de familia que habitan las colonias de la ciénaga donde en temporada de lluvia la inundación es cosa diaria.

Vecinos del puerto coinciden en la falta de ocupación de las autoridades progreseñas para poner freno a los grupos de poder que, en ocasiones, impiden el desarrollo. Es el caso del transporte público donde los intereses personales prevalecen sobre la comunidad, que carece, no sólo de un servicio eficiente, sino que cumpla con estándares mínimos, como pueden ser las rutas establecidas.

La señora Estrada Mora insiste en que nunca, ni ayer ni hoy, los alcaldes progreseños han realizado algún tipo de planeación urbana o de servicios, y se conforman con solucionar lo que quieren, o lo que pueden, y Progreso crece cada día y explota en las temporadas vacaciones, lo que acentúa sus carencias.

Así como es verdad –añade Estrada Mora- que se han invertido años y millones de pesos en la remodelación tanto del muelle fiscal y la construcción del puerto de altura a donde llegan grandes cruceros, y es el punto neurálgico del Estado para la importación y exportación vía marítima, también es válido afirmar que, precisamente por esas decisiones de invertir el dinero en dichos proyectos, han dejado en desamparo otras zonas y otras necesidades de la población.

Y desafortunadamente los problemas urbanos que padece Progreso no se concretan sólo al vecino puerto, se extienden a todo el municipio y puede ponerse como ejemplo el fraccionamiento Flamboyanes donde, además, las calles están destrozadas y la falta de vigilancia es mayúscula.

Una bonita, con servicios y atención oportuna para los visitantes, y una fea, en la que las carencias y las necesidades básicas van de la mano en perjuicio de 50,000 habitantes.

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