Trampas y peligros para los peatones en la Calle 60 Norte

25 de abril de 2014

 Trampas y peligros para los peatones en la Calle 60 Norte

Urbanistas advierten de las insuficiencias de la calle 60 Norte, que impiden la movilidad de los peatones en las aceras y el paso seguro de un lado a otro de la vía, carencias que aumentan la posibilidad de atropellamientos en esta nueva calle y, como sucede en un tramo de la avenida Itzáes, donde recientemente han muerto varios transeúntes.

En un recorrido por la calle 60 Norte, el arquitecto Manuel Castillo Rendón señaló la falta de señalización adecuada, la carencia de rampas para personas especiales y la presencia de obstáculos constantes en medio de las aceras, además de fallas técnicas que imposibilitan, por ejemplo, a una persona en silla de ruedas o ciega, moverse a lo largo de las banquetas de esa avenida.

Primero, el profesional, integrante del Colegio de Especialistas en Diseño Urbano, indica que la nueva vía de concreto hidráulico quedó al mismo nivel de las aceras, en varios tramos, motivo por el cual el peatón no sabe si camina sobre la banqueta o sobre el asfalto.

Castillo Rendón mostró que una persona en sillas de ruedas no podría ir de cabo a rabo en la 60 Norte porque no hay rampas en las aceras que le permitan la continuidad en el trayecto, además que las pocas que hay están a media banqueta y desembocan directamente en tramos de la calle donde no hay señalamientos, llamados pasos de cebra por sus rayas amarillas, que indiquen a los automovilistas detenerse ante el paso del discapacitado.

“Es una trampa para personas con discapacidad porque no tiene rampas ni las garantías que no tengan una obstrucción. Personas con discapacidad son con sillas de ruedas y con discapacidad visual y éstas no tienen una vía donde puedan llevar su bastón o hay una separación donde se pueden caer, hay señalización y postes sobre las aceras” comentó.

La reconstrucción de la calle 60 Norte y sus aceras costó 85 millones de pesos. Los trabajos en 6.5 kilómetros de ida y vuelta de la avenida empezaron el 19 de octubre del año pasado y aún no concluyen totalmente.

Durante el recorrido se vio que hay aceras tan estrechas que no cabría una silla de ruedas, además hay postes y señales de tránsito a media banqueta, en los que se estamparía una persona ciega que camina sobre la banqueta.

El arquitecto Castillo Rendón mencionó que los vías de la 60 Norte deberían ser de dos carriles, pues al tener tres alienta que los automovilistas aumenten su velocidad. Recomendó dejar un carril como ciclopista.

Sobre el lado oriente de la 60 Norte hay una vía lateral ubicada entre la calle 15 y 17 de la colonia Plan de Ayala, donde una camioneta estacionada impedía prácticamente a los automovilistas ver el alto de disco. Castillo Rendón considera que esa situación es un peligro para que ocurran accidentes.

En esta misma vía lateral la acera del lado oriente se interrumpe a la mitad por un camino de piedras y donde hay en el medio una señal de tránsito que representa un  obstáculo para el transeúnte y que irónicamente dice: “Ceda el paso al peatón”.

El caso representativo de la falta de accesibilidad para los peatones se puede constatar en la calle 1B por 18 de la colonia Gonzalo Guerrero, cerca del Servicio de Administración Tributaria, donde hay aceras inconclusas, no hay pasos peatonales, ni rampas para discapacitados.

Nuestro entrevistado, fundador del Colegio de Especialistas en Diseño Urbano, advierte que estas fallas en la calle 60 Norte son una trampa para los peatones.

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