Tizimileña limpia lápidas desde hace 35 años
01 de noviembre de 2016
Para doña Iviña Pascuala Oy Rivero estos días en los que se honra la memoria de los difuntos los aprovecha para ganar su dinerito extra y así apoyarse en los gastos de la casa.
Desde hace 35 años se dedica a lavar y pulir lápidas en los cementerios de Tizimín, oficio que aprendió de su esposo que fue sepulturero.
Aunque parece un trabajo fácil ella le dedica entusiasmo porque de eso vive y también respeto por las personas que descansan en las fosas.
También en fechas especiales como el Día del Padre o de la Madre la contratan para limpiar la superficie de las tumbas y cobra entre 150 y 200 pesos por trabajo que están aprendiendo sus hijas.
Para algunos este oficio es escalofriante, pero para doña Iviña es algo especial ahora que su esposo descansa en uno de los sepulcros.
Se le preguntó si alguna vez se ha llevado un susto paranormal, pero con peculiar carcajada asegura que los espantos en el cementerio son un mito.
Ambos camposantos en Tizimín comienzan a ser abarrotados y la venta de flores y velas en la ciudad es el negocio de otras personas.
NotiRASA.
Nota escrita por
Fidel Dzib
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Doña Iviña Pascuala Oy Rivero aprendió el oficio de su esposo que fue sepulturero y con ello se gana la vida