“Soy bombero y lo volvería a ser…”

22 de agosto de 2015

“Soy bombero y lo volvería a ser…”

Su nombre es Efraín Humberto Gómez Kin, es amigo, padre de familia, esposo y compañero, todos los días al salir de casa se despide de su familia, consiente que puede ser la última vez que los vea y les diga te quiero, sabe que en un abrir y cerrar de ojos la vida cambia y que los riesgos afuera son latentes, sin embargo a pesar de esto, desde muy pequeño, supo que elegiría esta profesión, la de bombero.

Efraín, ahora es sargento del cuerpo de bomberos y un hombre orgulloso de su profesión.

 “Es algo muy bonito, es algo muy gratificante ser bombero y estar al servicio de la ciudadanía, así como hemos tenido momentos buenos, también hemos tenido momentos tristes…. escuchar la chicharra, salir en la unidad y saber que estas yendo a prestar un auxilio, a salvar una vida, es algo que no tiene palabras para que yo te lo pueda decir”.

Desde hace 15 años ingreso al cuerpo de bomberos, sin embargo desde pequeño, ya sabía lo que quería ser.

 “Creo que de niños todos tenemos algo, ser bombero es lo primero que piensa, cuando te pregunta tu papa que es lo primero que quieres ser, lo primero que dices es bombero, desde allá nació la idea de ser bombero, soy una persona que me gusta estar al servicio de la ciudadanía”.

A pesar de esto, los riesgos existen y Efraín lo sabe...

 “Cuando yo ingrese al departamento de bomberos, se quemó lo que son las bodegas de Bachoco, a mí me tienen asignado en una unidad de rescate, y nos avisan de que había una persona dentro allá en ciudad industrial en las bodegas, entramos pero la verdad por la densidad del humo, no nos permitía ver por la misa, y nos empezamos a desplegar con el otro compañero que habíamos entrado a buscar a la persona, solo cuando  sentí como me jalaron del tanque de aire y me aventaron dos metros, cuando me pare empecé a pelear con mi compañero y me dice de la que te salve,  velo,  cuando vire mis ojos hacia la pared se estaba cayendo y logro jalarme antes de que se caiga la pared”.

Al preguntarle, si a pesar de los riesgos volvería a ser bombero, él contesto

“Definitivamente que sí, eso no lo pienso ni dos veces… Mi familia se siente muy contenta, sobre todo mis hijas que para ella yo soy ídolo, porque estoy al servicio de la comunidad en que soy bombero, están muy orgullosos de su padre, igual mi esposa se encuentra muy orgullosa de su esposo, de hecho cuando yo salgo de la casa, yo me despido de ellas, ellas ya lo saben aquí tenemos horario de entrada mas no tenemos horario de salida y a ver si regresamos también a nuestros hogares”

Vale la pena decir, que ser bomberos va más allá de apagar incendios.

 “Definitivamente no solo apagamos incendios, acudimos a rescates de personas de accidentes automovilísticos, fugas de gas, combates de abejas, y aunque parezca chistoso vamos a veces, muchas veces hemos acudido a bajar gatitos de árboles”.

 

Sin duda alguna el ser bombero, es un oficio que merece respeto, ya que estas personas todos los días se comprometen y arriesgan sus vidas por gente que ni siquiera conocen, saben su horario de entrada, pero como dice el Sargento Efraín, no el de su salida.

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Es la historia de Efraín, un bombero que nos cuenta los riesgos y lo gratificante que es tener este oficio.

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