Se exponen a riesgos antorchistas que llegan a Tizimín

Se acerca la fecha clave para los festejos guadalupanos y en Tizimín van llegando decenas de antorchistas que recorren cientos de kilómetros desde distintos puntos de la entidad y otros estados para, según sus creencias, cumplir una promesa devota.

Aunque cargan cámaras, parches y bombas para algún desperfecto que tengan las llantas de sus bicicletas, entre otras prevenciones, en la carretera existen riesgos que ponen en peligro la integridad de los peregrinos.

El pasado martes por la noche en la carretera Mérida-Campeche se registró la primera muerte de uno de ellos, un joven de 21 años originario de Tzucacab atropellado por un vehículo.

Hasta Tizimín, que es el municipio más alejado de la capital yucateca, llegan antorchistas que desconocen medidas de seguridad para su protección, afirma el comandante Federico Cuesy Adrian, director de la Policía Municipal.

“Hemos vistos antorchistas que vienen de Hunucmá, Progreso, Maxcanú, que es otro punto muy alejado, buscan la parte más distante para hacer su recorrido, cuando vemos esa alegría en las carreteras que están corriendo  por una fe, es muy bonito, pero en algunos casos como no tienen una preparación en las medidas de seguridad y protección que deben darse, a veces están incurriendo en alguna falta o se exponen a un riesgo de accidente”, dice.

Entre algunos consejos que recomienda, porque en los próximos días aumentará el número de peregrinos antorchistas, Cuesy Adrian advierte:

“Deben evitar estacionarse en las curvas de las carreteras y los que corren deben hacerlo a su derecha, pegados completamente en el acotamiento de la superficie de rodamiento. También es importante que cuiden sus antorchas que la tea no se vuele y caiga en el zacate seco para evitar incendios de gran magnitud”, aseveró.

Anunciándose con el ulule de la sirenas, algunos vehículos de los antorchistas son escoltados por elementos de la Policía Municipal para evitar accidentes y coordinar mejor la vialidad en el centro.