Regina texto servidora

16 de julio de 2012

Regina texto servidora

Viernes de limpieza en casa y de la visita de la Regina para asistirnos. Le quería preguntar si sabía usar la computadora. Me podría ayudar con todo lo que tengo que escribir. Tener una texto servidora hoy, es en una necesidad. Llegó como siempre, de buenas y apenas vestida, con ese apenas, bien ajustado. Al llegar, el vecino le dijo: “¿Crees en el amor a primera vista o tengo que volver a pasar delante de ti?” La Regina le contestó: “No te preocupes, no hagas más ejercicio. Guárdate el aliento para tu muñeca inflable”. Se quedó mudo el pobre vecino. “Don, por fin llegó la quincena. Cada día alcanza el dinero para menos”. “A todos, Regina. Mi esposa tuvo que vender las propiedades que heredó de su padre. Hoy puedo afirmar que estoy casado con una mujer sin valores y no es tan divertido como me lo habían pintado”. “Ni se queje, Don. En la casa estamos ahorrando hasta la luz. Ayer los niños querían que viéramos la televisión juntos y así lo hicimos, aunque no la prendimos. Se acostumbra uno, Don. No se preocupe. Me siento agradecida por todas las cosas que me gustaría tener”. “Con 6 hijos, deberías pensar en casarte, Regina”. “No empiece. Si hay algo que odio es que las ancianas de mis tías se me acerquen en cada boda y me digan: 'Tú sigues, Regina'. ¿Sabe qué hago ahora? En cada sepelio, les digo exactamente lo mismo”. “Te puedo ayudar con lo del dinero si tú me ayudas, Regina. ¿Sabes usar la computadora?” “Sí, Don”. “Necesito a alguien que me ayude a pasar mis textos a la computadora”. “Le ayudo, Don”. “Será además de lo que haces en casa. Lo nuestro será puramente textual, relaciones textuales sin comprometer tu trabajo en casa”. “Gracias, Don. No se arrepentirá”.

Y así la Regina se convirtió en mi texto servidora. @glambarry

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