Protesta venezolana en Yucatán

Algunos llegaron a Yucatán con una opción de trabajo, otros sencillamente porque huyeron de los que ellos consideran “un régimen dictatorial”. Lo cierto, es que alrededor de 70 venezolanos se reunieron en  Asta Bandera ubicada en la salida a la carretera de Progreso, con el objetivo de atender la convocatoria de la oposición venezolana, en realizar una protesta internacional en contra del gobierno que preside Nicolás Maduro, en la nación suramericana.  Juan Carlos Rodríguez Arrieta, oriundo del estado Zulia, en el occidente de Venezuela, explicó cuál era el sentimiento de los que estaban allí presentes.

 “Una lucha totalmente asimétrica, el pueblo ha sido masacrado, hay 50 muertos en seis semanas de protesta. El pueblo no desiste, queremos libertad queremos el país que teníamos y lo vamos a lograr con todo el que quiera apoyar a este pueblo”

Rodríguez Arrieta explicó que son cerca de dos mil venezolanos lo que viven en este momento en Mérida, razón por la cual, expresó su agradecimiento a los yucatecos, por permitir este nuevo comienzo en la península

 “Proyectarnos como comunidad, ante el pueblo yucateco, estamos haciendo trabajo social brindando cierta ayuda a personas que la necesitan. Así como apoyar a Venezuela, apoyar a este pueblo que  nos abrió sus puertas”

Los manifestantes en Mérida, alegaron que cada acción de calle en la nación de Simón Bolívar, es reprimida por la Fuerza Armada Bolivariana, lo que genera un gran sentimiento de impotencia desde la distancia.

 “Te voy a poner solo un ejemplo, hace tres días asesinaron a un muchacho de 31 años en el pueblo de San Antonio de los Altos, en el pueblo que yo vivía. Yo conocía a su entorno, era un buen muchacho, de una buena familia, esa noticia me quebró , me dolió mucho en el alma.”

El número de venezolanos regados en el mundo sigue en ascenso, mientras que en el interior de ese país, siguen las manifestaciones y las cifras rojas también se siguen elevando. Gobiernos extranjeros, ONG.s ni el vaticano, han podido lograr una mediación entre el ejecutivo y los partidos adversos.