Piper sigue mejorando en una veterinaria

PIPER, Ese es el nombre de un perrito de apenas dos meses que fue quemado con aceite hirviendo en Flamboyanes de Progreso.El canino sigue mejorando en una clínica veterinaria gracias a la acción de la Fundación Sanando Patitas y Daniela González, quien es una de las heroínas de esta historia. González fue la persona que avistó a Piper retorciéndose por el  dolor de las quemaduras, lo recogió y se hizo cargo.

“Todavía sigue el tratamiento ya recibió varias transfusiones de sangre, para recuperar todo lo que ya había perdido y sigue en la clínica veterinaria”

Piper presentó quemaduras en más del cincuenta por ciento de su cuerpo. González explicó que la Fundación Sanando Patitas sigue solicitando insumos para atender la recuperación del animal de apenas dos meses

“Ahorita lo que estamos tratando de conseguir son unas vendas que se llama Kendall. Que estas sirven para que las vendas no se le peguen a la piel. También estamos solicitando un polvo que es para su lomo”

Para las personas que quieran ayudar al canino o le interese el caso puede buscar información en la página de Facebook de Sanando Patitas. En caso de ayuda económica, pueden depositar en la cuenta 4766 8400 6764 4695 de Saldazo en Oxxo. La ayuda de la joven González no termina ahí. Luego de esta etapa, vendrá la búsqueda de un hogar para Piper

“Lo más probable es que tengamos que buscar un nuevo hogar para él. Bueno, primero tiene que pasar bien esta etapa y luego buscar un buen hogar”

La presunta agresora del perro fue  Lizbeth Guadalupe Salas Peraza. En la Fiscalía del Estado reposa una demanda contra ella, y el proceso en contra de la vecina del Fraccionamiento de Flamboyanes ya se inició.

“El proceso se está llevando a cabo. Ya se hicieron las investigaciones del caso y ahora estamos esperando que llamen a los testigos a declarar y serán ellos los que determinen por completo el caso”

Recordemos que de acuerdo con el artículo 8 del Código Penal del Estado de Yucatán, a quien cometa actos de maltrato o crueldad en contra de animales domésticos, que ponga en peligro su vida, podría ser sentenciada de 3 meses a  año y medio de prisión.