Pese a su discapacidad repara sillas de ruedas para ayudar a otros, en Tizimín

31 de agosto de 2015

Pese a su discapacidad repara sillas de ruedas para ayudar a otros, en Tizimín

Se dice que hasta no estar en los zapatos de una persona que sufre podemos comprender la situación que atraviesa, cita don Jorge Antonio Herrera Valle, quien padece de esclerosis múltiple, pero su discapacidad no lo limita a ayudar a los que requieren de atención especial como él.

 

Al poco tiempo de enterarse de su enfermedad, tuvo que apoyarse de una silla de ruedas para trasladarse de un lugar a otro. Viendo económicamente lo difícil que es conseguirse un aparato ortopédico de este tipo, decidió desde hace 5 años dedicarse a repararlos y, en otros casos, a prefabricarlos.

 

“Cuando estamos saludables, caminamos y vemos, nos movemos sin problema alguno no nos damos cuenta que hay mucha gente que no está igual que nosotros, entonces al momento de que paso en silla de ruedas paso a ser discapacitado por una enfermedad llamada esclerosis múltiple, cuando me fijo de eso digo –Dios mío, no todos pueden comprarse una silla de ruedas, hay que ayudar a esa gente- y es por eso que enfilo mi meta y mente a ese ramo porque no hay una persona en Tizimín que se dedique a esto y yo lo estoy haciendo para ayudar a los discapacitados”

 

Don Jorge consigue las complejas piezas de estos aparatos con amigos suyos que deambulan por las calles, es decir, pepenadores. En su taller tiene diferentes artefactos que utiliza para armar una silla de acuerdo a la necesidad del cliente.

 

“Yo tengo muchos amigos llamados los teporochitos, y les digo de repente cuando los paso a mi taller que cuando vayan a la calle y vean tirado una rueda o alguna parte de una silla de ruedas que me lo traigan yo se los compro porque para ellos es fácil alzarla y llevársela a los chatarreros quienes se los compran por kilos y les dan 10 o 15 pesos por la silla, pero yo se lo puedo pagar hasta 80 o 100 pesos dependiendo del estado, y yo me pongo a trabajarla y la dejo funcionando nuevamente”

 

El trabajo de este hombre con entusiasmo es admirable. No se deja vencer aun cuando en la ciudad nadie se dedica a esta labor mucho menos estando en una silla de ruedas. Afirma, le va muy bien.

 

“Entonces yo trato de la chatarra hacer cosas positivas y me está funcionando bien porque vienen de diferentes partes (de Colonia Yucatán, del Cuyo, La Sierra, San Felipe, Rio Lagartos) gente que llega preguntando por una silla de ruedas de medio uso que se vende, les muestro las que tengo de diferentes precios porque depende del estado de la silla y el gasto que le empleo es lo que cobro, no es tanto para ganar para volverme millonario, no, es para ayudar a la gente que lo necesita, y claro ganar un poco para mí por las horas que le dedico”

 

Herrera Valle vive frente a la cancha de basquetbol “La Valencia”, en el centro; ahí mismo está su taller donde pueden contratarse sus servicios. Él fue integrante del desaparecido grupo Jars’s de Tizimín, tema del que hablaremos en otra edición.

 

 

NotiRASA

Nota escrita por

Fidel Dzib

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A don Jorge Antonio Herrera Valle no lo limita su condición para ayudar a los que requieren de atención especial como él. Es el unico en la ciudad que se dedica a este trabajo.

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