"Parecerá que he muerto, pero no será verdad"
06 de junio de 2012
El 5 de junio de 2009, la guardería ABC de Sonora se convirtió en pocos minutos en un horno incendiado para 153 infantes atrapados entre la candela, de los cuales 49 alzaron el vuelo en esa estancia privada que alquilaba el IMSS a dueños privados.
Esa inolvidable guardería de Hermosillo es ya un símbolo del suculento negocio de estancias del gobierno, donde se pone poca inversión y se reciben muchas ganancias.
La guardería ABC de Sonora no tenía detectores de incendios. Ni extintores ni salidas de emergencia. Y estaba construida con materiales inflamables que hacían incontrolables las llamas de fuego. A un lado estaba la bodega inflamable de la Secretaría de Hacienda del gobierno del Estado de Sonora, que tampoco tenía medidas de seguridad.
El “Movimiento 5 de junio” recuerda a la sociedad y a todo individuo que coma de impuestos su responsabilidad de proteger a la niñez por arriba de cualquier asunto. ¿Será esta fecha una oportunidad para reflexionar si habría tiempo, en caso de un imprevisto incendio, para salvar a niños de una guardería instalada en lo más alto del mercado de San Benito, de Mérida?
En México, cada 5 de junio se exige que nunca jamás vuelva el fantasma de la muerte en las guarderías subrogadas de todo el país, donde hay inscritos unos 250,000 niños.
Las frases del libro “El Principito” susurran, como un regalo, al alma de mamás y papás de los 49 niños muertos en la guardería ABC de Sonora: “Parecerá que he muerto, pero no será verdad. Cuando por las noches mires el cielo pensarás que en una estrella estoy riendo y será para ti como si todas riesen. Cuando te hayas consolado, estarás contento de haberme conocido”.
La guardería ABC del estado de Hermosillo es ya un símbolo del suculento negocio de estancias del gobierno.