Papa Francisco pide romper círculos de la delincuencia

18 de febrero de 2016

Papa Francisco pide romper círculos de la delincuencia

En su último día de actividades en México el papa Francisco dirigió  un mensaje en el Centro de Readaptación Social (Cereso) número 3 en donde  dijo a los reclusos que Celebrar el Jubileo de la Misericordia con ellos es recordar el camino urgente que debemos tomar para romper los círculos de la violencia y de la delincuencia.

Recalcó que desafortunadamente se cree que todo se resuelve aislando, apartando, encarcelando, sacándonos los problemas de encima, creyendo que estas medidas solucionan verdaderamente los problemas, olvidándonos de lo importante: la vida de las personas y sus familias.

“A veces pareciera que las cárceles se proponen incapacitar a las personas a seguir cometiendo delitos más que promover los procesos de reinserción que permitan atender los problemas sociales, psicológicos y familiares que llevaron a una persona a una determinada actitud. El problema de la seguridad no se agota solamente encarcelando”.

Su Santidad agregó que la misericordia divina nos recuerda que las cárceles son un síntoma de cómo estamos en la sociedad, son un síntoma en muchos casos de silencios,  de omisiones que han provocado una cultura del descarte de una sociedad que poco a poco ha ido abandonando a sus hijos.

El pontífice dijo que  que se debe buscar  sistema de salud social que procure generar una cultura que actúe y busque prevenir aquellas situaciones, aquellos caminos que terminan lastimando y deteriorando el tejido social.

“La misericordia nos recuerda que la reinserción no comienza acá en estas paredes; sino que comienza antes, comienza «afuera», en las calles de la ciudad. La reinserción comienza creando un sistema que podríamos llamarlo de salud social, es decir, una sociedad que busque no enfermar contaminando las relaciones en el barrio, en las escuelas, en las plazas, en las calles, en los hogares, en todo el espectro social”.

El papa durante su mensaje invitó a los reclusos a aprender a no quedar presos del pasado, aprender a abrir la puerta al futuro, al mañana; a creer que las cosas pueden ser diferentes y los incitó a levantar la cabeza y a trabajar para ganar ese espacio de libertad anhelado.

 

Antes de finalizar su discurso y darles la bendición les pidió orar  en silencio todos juntos y que cada uno de ellos sabía  lo que le iba a decir al Señor, y de que le pediría perdón, pero les pedía que en esa oración de silencio agranden el corazón para poder perdonar a la sociedad que no supo ayudarlos y que tantas veces los empujó a los errores.

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Durante su visita a Ciudad Juárez, aseguró que el problema de la Seguridad no se agota solamente encarcelando

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