Pablo Santos desiste de sus dos últimos testigos
25 de julio de 2016
De manera sorpresiva e inesperada, este viernes la defensa de Pablo Santos García, inculpado en el homicidio del doctor Felipe Triay Peniche, desistió de presentar a los dos últimos de los seis testigos que ofreció.
Según algunos jurisconsultos ese desistimiento es consecuencia de los malos resultados obtenidos con los testigos que propuso la licenciada Sarai Balderas Leal, ya que las cuatro comparecencias previas no le arrojaron beneficios y sí, por el contrario, reforzaron la teoría del caso presentada por la Fiscalía.
En la audiencia se esperaba la comparecencia de la psicóloga Patricia Martínez Jaimes para que ofrecieran sus testimonios por presuntos trastornos que presenta el inculpado por la supuesta tortura que sufrió, y del médico Luis Armando Huerta Martínez por las lesiones que, según la defensa, le fueron infringidos al momento de su detención.
La licenciada Balderas Leal sólo aportó la comparecencia de seis testigos: dos para pretender comprobar que la detención de su cliente fue en condiciones diferentes a las señaladas por la Secretaria de Seguridad Pública, y dos que pretendían demostrar que dicha detención se llevó a cabo en el estacionamiento de la T1.
Concluida la etapa correspondiente para presentar pruebas en favor de Pablo Santos, llama la atención que su defensa no haya al menos intentado probar la inocencia de su cliente, ya que se concretó a pretender comprobar faltas en el proceso para que el inculpado sea declarado en libertad por cuestiones administrativas.
Por otra parte, y en virtud del desistimiento sorpresivo, comenzó el turno de la defensa de Enrique Lara González, quien únicamente procedió a incorporar al proceso un documento emitido por la empresa ADO, con el cual confirma que su cliente abordó el autobús en su terminal CAME con destino a Playa del Carmen, a las 23:59 horas del viernes 15 de agosto de 2014.
También incorporó al proceso tres documentos emitidos por el Centro de Rehabilitación Integral de Cozumel, los cuales refieren que el inculpado Lara González estuvo laborando en dicho centro, de las nueve a las veinte horas del sábado 16 de agosto de 2014.
La Fiscalía sostiene la teoría de que Lara González participó en el asesinato del Dr. Triay Peniche el día 15 y luego viajo a Cozumel para pretender contar con una coartada, y regresó la madrugada del domingo 17 para ayudar a su cómplice en ejecutar su plan para deshacerse del cadáver.
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La defensa no presentó ninguna prueba de inocencia y falló en su intento de demostrar alguna falla administrativa