Nuevo arzobispo viene de uno de los estados más violentos del país
01 de junio de 2015
En Yucatán iniciamos la semana con la noticia de que el Vaticano nombró a Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, como el nuevo Arzobispo, quien es oriundo de Monterey y entre sus múltiples encomiendas, destaca que fue Obispo de Nuevo Laredo, Tamaulipas, a partir de 2008, cabe hacer mención que este es uno de los estados con más alto nivel de violencia en el país.
Precisamente, viviendo en el año 2010 en Nuevo Laredo, Rodríguez Vega expresó que los narcotraficantes "tienen algo bueno" después de relatar que un sicario dio marcha atrás a su intención de robarle un automóvil a un sacerdote, pidiéndole antes de huir la bendición. El sicario, en medio de una riña con militares que dejó como saldo cinco muertos y tres heridos, dijo que narcotraficante decidió dejar al sacerdote partir del lugar solicitándole la bendición, a lo que se negó el cura, según contó el obispo.
Pero regresando un poco a sus antecedentes, “el Padre Tavo”, como le dicen de cariño, fue ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1980 en la Basílica de la Purísima Concepción en Monterrey. Estudió la Licenciatura en Doctrina y Ética Social de la Iglesia en la Universidad Gregoriana, en Roma, Italia, del 1986 al 1989. A su regreso de sus estudios en Roma, de 1989 a 1995 fue nombrado Director del Secretariado de Evangelización y Catequesis y Director de la Escuela Bíblica, al mismo tiempo maestro del Seminario en varias asignaturas.
Fue el 27 de junio de 2001 cuando S.S. Juan Pablo II lo designa Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Monterrey, siendo consagrado el 14 de agosto de ese mismo año en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe de Monterrey..
Entre sus virtudes de Mons. Gustavo, está su gran disposición de servicio, siempre accesible a visitar a los enfermos, atender al necesitado y brindar su oración, mchos fieles de distintas comunidades entre ellas: Jesús el Buen Pastor, el Santísimo Redentor, Ntra. Sra. Del Consuelo, grupos de catequistas, religiosas, alumnos del seminario, sacerdotes, reconocen en el Padre “Tavo” a un hombre de Dios, han podido ver en Él al Buen Pastor, que se mantiene pendiente a sus ovejas, ya que ha sido siempre cercano a las comunidades parroquiales, pastorales, movimientos, comunidades religiosas y sus sacerdotes.
Uno de sus grandes amores es el Seminario de Monterrey, al cual sirvió como formador, desempeñándose como prefecto de estudios, director espiritual y rector. El definía al padre formador como “una vocación dentro de una vocación”, sus seminaristas, muchos de ellos ahora Presbíteros, le recuerdan pos sus clases, consejos, pero sobre todo por su amistad y testimonio.
Cabe hacer mención que fue Vocal de la Comisión Episcopal de Pastoral Social-Cáritas del 2001-2006, cuyo objetivo es servir, acompañar y defender a los pobres de todo el mundo, luego fue elegido Presidente de la misma en el período 2006-2009 y reelegido para el período 2009-2012.
En el mes de junio de 2011 fue elegido como miembro del Departamento de Justicia y Solidaridad de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM).
En su Escudo Episcopal la cruz representa el centro de su vida y también porque le recuerda a la cruz que está en los jardines del Seminario de Monterrey dónde dijo vivió experiencias que marcaron su sacerdocio, como lo fue la muerte de dos de sus alumnos, también tiene la imagen de la Virgen María de quien sigue el ejemplo de estar junto a los que más sufren, el bastón es por la misión que tiene de pastorear a sus ovejas, dentro del escudo también está una representación del cerro de la silla, que simboliza el lugar donde nació y por su puesto la bandera nacional y el puente internacional de Nuevo León.
Ahora Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, tiene una nueva encomienda como Arzobispo de Yucatán que iniciará a partir del 28 de julio, en sustitución de monseñor Emilio Carlos Berlie Belauzarán quien fungió como tal desde hace 20 años y quien al cumplir 75 años de edad como estipula el Código de Derecho Canónico debe dimitir al cargo.
Lo reconocen como un hombre cercano a las comunidades parroquiales, pastorales, movimientos y comunidades religiosas.