No hay un protocolo de seguridad en campamentos y campismo en México

El reciente caso de seis españolas agredidas sexualmente en un centro turístico de México destapa el silencioso problema de las agresiones sexuales contra mujeres, delitos que anualmente ascienden a 15,000 casos en el país, sin tomar en cuenta los miles más que no se denuncian.
Hace unos días, un grupo de delincuentes con el rostro cubierto asaltó un complejo de cabañas en Acapulco, donde violaron a seis turistas españolas que vacacionaban en el puerto, que se ha convertido en una de las ciudades más violentas de la república con la presencia de unos 17 grupos criminales.
Actualmente, México carece de un protocolo de seguridad para actividades de campismo o ecoturismo.
La violación es uno de los delitos incluidos en la violencia de género. Los especialistas aseguran que 80% de las agresiones se mantienen en silencio por los miedos de la víctima y la vergüenza de la descalificación social.
En verano del año pasado, un grupo de criminales agredió sexualmente a siete jovencitas que participaban en un retiro religioso católico que se realizaba en los bosques del Estado de México, caso que encendió temporalmente las alertas de cuidado en estas actividades.
Cifras oficiales indican que en el Estado de México se registran unas siete violaciones sexuales diarias en esa entidad, aunque la cifra real podría ser de 35 casos al día si se denunciara el 80% de la “cifra negra” oculta.