No hay regulación en el desecho de aceites
19 de agosto de 2016
Ante la problemática creciente que existe en cuanto a la forma correcta de desechar los residuos de aceite de empresas, talleres y cocinas económicas que muchas veces acaban en las coladeras generando un grave problema de contaminación, no hay una normativa exacta para regularlos, por lo que se recomienda a estos establecimientos envasarlos y contactar a empresas especializadas para que se encargue de esta tarea, así lo informó Eduardo Batllory Sampedro, Secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma).
“Se recicla mucho este material, digamos se rehúsa mucho en las cocinas, ahí las recomendaciones que se han hecho es que lo pongan en botecitos, en ciertos envases, entonces bueno, hay empresas ya establecidas para dar estos servicios de recolección y reciclamiento, de hecho puede servir para hacer biodiesel”.
Los residuos de aceite de este tipo, son grasas de origen animal o vegetal (aceites de oliva, de semillas de girasol, entre otros), utilizados al cocinar alimentos en los ámbitos doméstico, centros e instituciones, hostelería. En cuanto a esto, señaló que no existe forma de regular este tipo de residuos, ya que de ser así se tendría que controlar los desperdicios de cada ama de casa, este es un tema muy complejo ya que tendría que aplicar a todas las viviendas.
“El tema de los aceites, particularmente de aceites quemados que se utilizan para vehículos y que son cambiados en instalaciones de talleres mecánicos y existen empresas autorizadas o certificadas para la recolección de estas sustancias, en muchos casos se pueden limpiar y se reutilizan o en otros casos sirven de combustible, por ejemplo para otros procesos como los hornos de las cementeras”.
Batllory Sampedro exhorta a la población, a recolectar los residuos de aceite de sus hogares en envases y vender estos residuos a las empresas que se dedican a la recolección de los mismos. Ya que al permitir el desechos de estos residuos por los fregaderos e inodoros, implica el riesgo de atascos de tuberías, dificultades e incremento de costos en los procesos de depuración de aguas residuales.
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Talleres, empresas y cocinas económicas desechan este material que termina en las coladeras, generando un grave problema de contaminación