Nadie sabe para quién trabaja.
17 de julio de 2012
Hoy es julio 17, estamos a tan sólo 10 días del inicio de la Olimpiadas que se jugarán en Londres, Inglaterra.
El movimiento 132, junto con muchas otras organizaciones, acordaron, entre varias acciones, tomar las instalaciones de Televisa en ese día. Suena temerario, pero ¿a dónde van? ¿Quién se beneficia tomando las instalaciones de Televisa? ¿El pueblo de México o alguna otra gran empresa?
Si la izquierda mexicana presiona a Televisa para que no transmita las Olimpiadas, los muy ricos de México no se van a preocupar porque ellos van a verlas en Inglaterra. La clase media mexicana, no se perderá los Juegos Olímpicos, porque podrán verlos en bares y restaurantes a través de grandes televisores. Muchos más podrán verlos en casa a través de los sistemas de cable o satelitales. ¿Quién pierde? Pierden aquellos mexicanos que desean ver esa programación en la comodidad de su casa sin tener que adquirir cable, sin tener que pagar un sistema de televisión satelital, sin tener que salir a un restaurante o bar.
Desde hace tiempo, Televisa desea no transmitir el futbol a través de sus canales de televisión con el deseo de que la población se inscriba a los sistemas de televisión de paga. Muchas fueron las presiones para que siga transmitiendo el futbol. Pero ahora que el 132 agarró a Televisa como el malo de la historia, se abre un momento de oro para el gran consorcio televisivo mexicano: pasar su programación deportiva a los sistemas de paga. Una vez más, parece ser que se cumple el viejo refrán: “nadie sabe para quién trabaja”.
Editorial del 17 de julio de 2012.